En medio de una temporada convulsa por el rendimiento del equipo, el FC Barcelona llega a la Supercopa con la posibilidad de dar un nuevo golpe sobre la mesa que acalle las críticas. Pese al coliderato de liga junto al Real Madrid y la reciente clasificación para octavos de final de la Champions, el último empate ante el Espanyol ha avivado aún más un fuego que quién sabe si puede terminar quemando al vestuario azulgrana. Como un oasis en el desierto, llega una Supercopa renovada que puede servir para desconectar del estrés de la competición y recuperar la ilusión de la mano de la conquista de un título. Los datos se encuentran a favor del equipo culé, que ha logrado disputar nueve de las últimas diez Supercopas y se ha llevado a casa seis de ellas. Unas estadísticas que reflejan la hegemonía absoluta lograda en la última década.
Esta vez será con un nuevo formato. Luis Rubiales y su equipo llegaron con el deseo de dar un vuelco a la competición y, pese a las críticas, al menos este año contaremos son semifinales y final disputada a partido único. Las voces culés más críticas han llegado a decir que era un plan ‘antibarça’, pues el conjunto azulgrana ha conquistado seis de las últimas diez ediciones, en contraste con las dos del Real Madrid, una del Atlético de Madrid y otra del Athletic de Bilbao. Estean o no buscando disminuir las probabilidades de que el Barça sea nuevamente el campeón, lo que no podrán es borrar de la memoria del aficionado seis Supercopas que han dejado momentos históricos para nuestro fútbol.
La cuarta copa del sextete del ‘Pep Team’
El Barça de Guardiola había comenzado su andadura con un triplete histórico. La conquista de Liga y Copa en la temporada anterior obligaba a que el otro finalista de la competición del K.O. luchase por ser supercampeón. Emulando lo ocurrido hace unos meses, el Barça arrolló al Athletic de Bilbao de Joaquín Caparrós. Pese a un partido de ida que se puso a contracorriente con un gol de Óscar de Marcos, los azulgrana lograron darle la vuelta y ganar 1-2. En el Camp Nou, no dio opción, venció por 3-0 dejando un global de 5-1, similar al 4-1 de la final de Copa. El sextete estaba más cerca.
Messi y los campeones del mundo al rescate tras un mal partido en el Pizjuán
El 14 de agosto de 2010, el FC Barcelona se presenta en el Ramón Sánchez Pizjuán sin sus recientemente campeones del mundo y su máxima estrella, Leo Messi, que sí entraría en la segunda parte. Con un once en el que figuraban jugadores como Rubén Miño, Sergi Gómez u Oriol Romeu, el Barça aguantó la primera parte y se fue al descanso por delante con un tanto de Zlatan Ibrahimovic, por aquel entonces ya en la rampa de salida. Sin embargo, en la segunda parte, los hispalenses se impusieron y los goles de Luis Fabiano y Fréderic Kanouté (2) dejaban al Barça a la espera de una hazaña en la vuelta si querían llevarse el trofeo a casa.
Con la participación, esta vez sí, de Victor Valdés, Gerard Piqué, Sergio Busquets, Xavi Hernández y Pedro Rodríguez, el Barça se terminó llevando el campeonato gracias al 4-0 que brillaba en el marcador del Camp Nou y a una actuación estelar de Leo Messi, que anotó un hat-trick.
Guardiola, Mourinho y el dedo en el ojo de Tito Vilanova
El final de la temporada anterior había dejado la tensión entre Barcelona y Real Madrid por las nubes. El primer 5-0 que había herido tanto el orgullo del madridista y los posteriores cuatro clásicos en 18 días de abril convertían la Supercopa en un acontecimiento que paralizaba el mundo. La sucesión continua de golpes en el partido de ida terminó en un 2-2 que dejó todo abierto para la vuelta en el Camp Nou.
Ningún equipo escatimó en recursos y, a 21 de agosto, ya teníamos la posibilidad de ver un enfrentamiento entre los dos mejores equipos del mundo dando el máximo. Andrés Iniesta abrió rápidamente el marcador en el 15’, pero Cristiano Ronaldo volvió a empatar solo 5 minutos después. Al borde del descanso, dónde duele, Leo Messi logró anotar el 2-1 y dejar al Real Madrid contra las cuerdas. Cuando solo quedaban 10 minutos, Karim Benzemá convirtió un 2-2 que forzaba la prórroga y hacía explotar a la alegría de la afición merengue.
Cuando parecía que ambos se conformaban con el resultado, volvió a aparecer Leo Messi para poner un 3-2 que daba el título a los culés. Los minutos que restaban no serán recordados por los últimos esfuerzos del Real Madrid en empatar, sino por la tijera de Marcelo a Cesc Fábregas, la posterior tangana final y, sobre todo, el dedo que Mourinho introdujo en el ojo del por entonces segundo entrenador azulgrana, Tito Vilanova.
Devolviendo a la tierra al Atleti del “Cholo”
La temporada 2012-2013 significó algo más que la del año de la conquista de la Copa del Rey para el Atlético de Madrid. En una competición en la que un año antes habían sido eliminados por el Albacete, hecho que provocó la destitución de Gregorio Manzano y la llegada de Diego Pablo Simeone, lograron, por fin, quitarse la espina de ganar al Real Madrid tras 14 largos años sin lograrlo. Si bien la consecución de la Europa League 2011-2012 y la victoria ante el Inter en la Supercopa de Europa 2012 habían situado al Atleti en el mapa, fue realmente aquella Copa la que convenció al aficionado colchonero de que estaban preparados para todo lo que se propusiesen.
Enfrente, se encontraron al FC Barcelona de un Gerardo “El Tata” Martino que debutaba esa temporada como entrenador azulgrana. Como todos los encuentros ante el Atlético de Madrid del Cholo, la fricción y la lentitud en el juego primaban por encima del espectáculo, pero, aún así, el Barça logró llevarse el título tras empatar 1-1 en el Calderón y 0-0 en el Camp Nou.
El Barça de Luis Enrique hizo añicos los sueños del Sevilla de Sampaoli
Tras el doblete logrado la pasada campaña por Luis Enrique y los suyos, el subcampeón de la Copa del Rey volvería a participar en la Supercopa de España. En una situación prácticamente idéntica a la ocurrida en el verano de 2009, el Sevilla volvía a ser el rival y, nuevamente, sería arrollado por el Barça. Jorge Sampaoli acaba de aterrizar en Nervión como la gran esperanza de los hispalenses para dar el salto de calidad, pero se dio de bruces contra una superioridad azulgrana que terminó en un global de 5-0.
Cambio de formato, final a partido único y mismo campeón
Con la llegada de Luis Rubiales y su equipo a la Federación Española de Fútbol, la Supercopa cambió su funcionamiento. El anterior modelo de final a doble partido pasó a ser a partido único en campo neutral. En medio de la polémica por la disputa del encuentro en Marruecos y el rumor de que la variación simplemente se debía a derrocar la hegemonía del Barça en la competición, los azulgrana volvieron a llevarse el trofeo a casa. El tempranero gol de Pablo Sarabio para los sevillistas quedó en nada gracias a los tantos de Gerard Piqué, al borde del descanso, y de Ousmane Dembélé, cuándo ya se acercaba el final del partido.
