Es una evidencia que el fútbol femenino está en auge y que son cada vez más las personas que se interesan por los equipos femeninos de sus clubes. Un claro ejemplo fue el partido entre el Athletic y el Barça disputado en Lezama. Tal y como informó el conjunto bilbaíno en sus redes sociales, tuvo que cerrarse el acceso al campo al haberse superado el aforo permitido por las autoridades debido a las restricciones que siguen vigentes y algunos aficionados se quedaron sin entrar.
Las gradas del campo 2 de Lezama empezaron a llenarse. Desde los más pequeños hasta los más mayores presumían de camisetas, algunas rojiblancas, otras de color blaugrana. Las barandillas que separan la grada del campo se cubrieron con banderas del Athletic Club, aunque también había alguna infiltrada del Barça.
Las locales fueron las primeras en salir a calentar y los aficionados les dieron la bienvenida con un caluroso aplauso y gritos de ánimo. Iraia Iturregi salió con un once algo diferente respecto al partido del Atlético de Madrid: Mariasun Quiñones bajo palos con Garazi Murua y Valdezate de pareja de centrales; Moraza y Oihane repitieron en los laterales; Itxaso acompañó a Marta Unzué y reemplazó a Oguiza, que fue quien jugó contra el Atlético; Eunate y Azkona salieron como extremos y por el centro, Peke ocupó la posición de media punta y Lucía García fue la referencia en ataque.
Jonatan Giráldez también dio descanso a algunas de las habituales, pero no hubo ninguna sorpresa en el once esta vez: Sandra Paños volvió a defender la portería culé; por delante suyo repitieron Mapi e Irene Paredes con Leila y Marta Torrejón de laterales; en el centro del campo Patri llevó el timón del barco jugando de pivote con Alexia y Jenni de interiores; el tridente de ataque lo formaron Lieke Martens, Mariona y Oshoala.
Antes de que empezara el partido, Erika Vázquez recibió el merecido reconocimiento por parte del club, de sus rivales y de los aficionados al convertirse en la jugadora del Athletic con más partidos disputados (414).
Maria Dolores Martínez indicó el inicio del partido y fue entonces cuando los aficionados de ambos equipos empezaron a aplaudir, con ganas de ver un buen espectáculo, y así fue. La primera ocasión peligrosa, que metió el miedo en los cuerpos de los culés allí presentes, llegó cuando en una salida de Paños y un intento de despeje de Leila, ambas jugadoras no se entendieron bien, se chocaron y el balón se fue a córner.
Al cuarto de hora de partido, el Barça tuvo la más clara hasta el momento, tras una jugada liosa dentro del área pequeña y varios despejes mal ejecutados, Moraza se estiró para sacar bajo palos con la punta del pie el balón que iba hacia la portería.
El Athletic salió al campo con las ideas claras: contraatacar mediante Azkona y balones a Lucía. Las de Iraia estuvieron bien plantadas en el campo, aguantando y gozando de ocasiones claras que podrían haber cambiado el guion del partido. Dos minutos después de la jugada anterior, llegó la ocasión más clara para las del Athletic. Robaron el balón en el centro del campo, lo que provocó que generaran una superioridad de tres para dos. Peke condujo hasta el borde del área, abrió para Eunate que estaba algo escorada y disparó, pero el disparo salió desviado por poco.
El Barça estuvo a punto de abrir el marcador en el minuto 25, pero tampoco pudo ser. El primer remate de Oshoala lo detuvo Quiñones y el rechace lo remató Jenni de cabeza pero, de nuevo en la línea de gol, Oihane despejó el balón y lo mandó lejos de su portería mientras en la grada se escuchaba el murmullo de la afición ‘athletickzale’ que a su vez se llevaba las manos a la cabeza mientras cogían aire.
A la media hora de encuentro, con el marcador 0-0, Lieke Martens quiso sorprender con un disparo lejano que salió rozando el larguero. En el minuto 35, Irene Paredes se sentó en el suelo y su rostro lo dijo todo. Tuvo que ser sustituida por Andrea Pereira.
Las rojiblancas continuaban con su idea principal de salir al contraataque y, en una transición rápida, Oihane centró desde la banda derecha al segundo palo donde estaba Eunate preparada para rematar, pero llegó forzada y no pudo darle al balón con comodidad y se marchó por un lateral de la portería.
Cuando parecía que la primera parte iba a terminar sin goles, Alexia se inventó un pase picado que lo filtró para Oshoala, dejándola sola delante de Quiñones que paró el disparo potente de la nigeriana pero el rebote cayó dentro del área y Marta Torrejón solo tuvo que empujarla para poner el 1-0.
La primera amarilla del encuentro la vio Jonatan Giráldez por protestar varias veces seguidas cuando la colegiada del encuentro le pidió calma.
Antes de conocer el tiempo de añadido, que fue de tres minutos, el Barça llegó con peligro al área rival. Jenni, algo escorada hacia la izquierda del área rival, dio un pase raso hacia atrás para Oshoala pero el remate de la delantera blaugrana se marchó alto.
En la segunda mitad, el Barça salió con una marcha más y consiguió su premio en el minuto 50. Tras una jugada larga, Oshoala puso en el marcador el 0-2 y se despegó de Martens en la tabla de pichichis con 19 goles.
En el minuto 53 el Athletic salió al contraataque por mediación de Lucía García, la delantera del Athletic le dio el balón a Moraza que tuvo la ocasión para tirar desde el borde del área pero se durmió y cuando se la devolvió a Lucía, la zaga del Barça ya se había reestructurado.
El 0-3 final lo marcó Mariona en el minuto 62 con un disparo raso pegado al palo, imposible para Mariasun. Seguido, Jonatan aprovechó para hacer un triple cambio: Patri, Leila y Oshoala se marcharon del terreno de juego y, en su lugar, entraron Engen, Aitana y Rolfo.
En el minuto 66, Mariona vio una amarilla por evitar con el brazo que Eunate sacara rápido un saque de banda. En el minuto 72, la balear fue sustituida por Claudia Pina, lo que hizo que Jenni pasara a jugar como delantera.
La gran ovación se la llevó Erika Vázquez cuando entró en el minuto 80 para jugar los minutos finales del partido. Tras el pitido que indicaba el final del encuentro algunas jugadoras del Barça se acercaron a felicitar a Erika mientras recibían el último aplauso de un público que llenó de buen ambiente las gradas de Lezama.