El Barcelona ganó por la mínima a un Dinamo de Kiev con numerosas bajas y que supo aguantar. Los culés exhibieron un juego gris, falto de velocidad y desborde. Algunos jugadores empiezan a preocupar, como es el caso de Busquets. Por otra parte, quien da seguridad es Ter Stegen, que fue el MVP del choque. Tres puntos más tras un partido que no debía ser difícil, pero termino siéndolo.
Ter Stegen – 10. El mejor del partido sin lugar a dudas. El meta alemán regresó de su lesión siendo el de siempre y salvando al equipo en ocasiones clarísimas. Recibió un gol de un rechace ante el cual nada podía hacer. Sigue siendo un muro y el mayor responsable de la victoria.
Jordi Alba – 5. Asociativo y con peligro en sus internadas de la primera parte, en la segunda no destacó y no estuvo a la altura defensivamente.
De Jong– 4. El holandés es un jugador de talla mundial, pero en su posición. Actuó otra vez de central y su zona fue un agujero que el Dinamo supo explotar. No puede seguir jugando fuera del mediocampo.
Piqué – 6. Referente en la defensa como de costumbre, estuvo en el momento adecuado para interceptar el centro de Ansu y marcar el segundo gol blaugrana, con un magnifico cabezazo.
Dest – 5,5. De los más destacados del equipo, fue un reflejo de este. Especialmente participativo en ataque, fue diluyéndose con el paso de los minutos y se espera más de él.
Pjanić (60’) – 5,5. No estuvo fino como contra el Alavés. Exhibió un juego lento en ataque y también en el repliegue defensivo. Un reflejo del juego colectivo.
Busquets (74′) – 3. No está siendo una buena temporada para el mediocentro defensivo. En un partido donde podía reafirmarse como el jugador importante que es, volvió a firmar una actuación pobre que lo acerca más al banquillo.
Ansu Fati (74′) – 7,5. La joven promesa sigue jugando con desparpajo y desesquilibra siempre que puede. Perdió balones y se equivocó en ataques clave, pero es un soplo de aire fresco en un equipo que se enfrasca en la posesión cuando llega al área.
Griezmann (60’) – 4. Tras el partido contra el Alavés, donde marcó el gol del empate, se esperaba un Antoine más suelto, más decidido. Pero volvió a ser el de partidos anteriores, siendo irrelevante para el transcurso del juego.
Pedri (82′) – 6. Bien en la posesión ofensiva, estuvo más fino que anteriores partidos a la hora de defender. Dejó algún pase brillante pero fue parte de un ataque que en la segunda parte no supo como romper la defensa de los ucranianos.
Messi – 6. Continua la mala racha (o suerte) del genio argentino. Es importante en el ataque pero pierde más balones de los que debería y parece encaprichado con romper su sequía goleadora, exceptuando los penaltis, donde no falla y hoy volvió a demostrarlo. Tarde o temprano volverá a brillar como antaño.
Dembélé (60’) – 6,5. Entró con ganas y desbordó por la banda derecha. Creó una buena ocasión desde fuera del área que obligó a al portero del Dinamo a lucirse. Va ganando confianza el francés.
Trincao (74’) – 5. No fue relevante en el juego, y la única ocasión clara que tuvo la desperdició con un tiro lejano inofensivo. Al portugués parece perjudicarle salir desde el banquillo. Necesita más minutos.
Lenglet (74′) – 5. Su cambio no produjo ningún cambio en la defensa, más allá del regreso de De Jong al mediocampo. No pudo maquillar la floja actuación de la defensa ni evitar el gol, que llegó apenas entró en el campo.
Sergi Roberto (60’) – 6. Rompió Koeman con la tendencia de usarlo de lateral y Roberto tuvo una participación interesante.
Aleñá (82′) – 5. Poco pudo aportar el de Mataró al juego del equipo. No tuvo tiempo de intervenir más allá de 9 pases.
Ronald Koeman – 5. El entrenador blaugrana parece haber dejado atrás su costumbre de meter los cambios en los finales de los partidos. Sin embargo, se equivocó poniendo a De Jong de titular en un partido donde podía descansar, y encima de central. Cuesta entender su apuesta por un Sergio Busquets que no está para nada fino, y por el contrario, los escasos minutos que le da a un jugador desbordante como Trincao, que podría mejorar a un Griezmann al que la inspiración no le llega.