Ter Stegen – 7: No pudo hacer nada en la acción del gol. Apenas tuvo trabajo que hacer. Con balón cometió pérdidas innecesarias rifando el balón en largo.

Dest – 7: Con lo mucho que le ha costado coger el ritmo e interiorizar los conceptos básicos que le faltaban, cuando podíamos decir que había conseguido la continuidad necesaria y estaba en su mejor momento, ha tenido la mala suerte de sufrir una lesión muscular en la parte posterior de la pierna izquierda.

Dest con una buena acción defensiva. Fuente: Getty Images

Piqué – 8: Ha forzado físicamente para ayudar al equipo y su jerarquía ha sido clave. Tuvo que ser sustituido porque las molestias iban a más y Xavi no quiso arriesgar.

Eric – 7,5: Estos partidos en los que el rival te entrega el balón son los mejores para que él pueda lucir su visión de juego. Atrevido, con confianza y teniendo muy claro lo que debía hacer para encontrar al tercer hombre. Controló muy bien a Gomis anticipándose con mucho nivel.

Eric atrevido desde atrás. Fuente: Getty Images

Jordi – 6: Estuvo correcto en defensa aguantando a Babel, pero apareció muy poco en ataque. En los últimos minutos demostró que, aunque por edad sea un veterano, su comportamiento sigue dejando mucho que desear y se ganó una amarilla innecesaria.

Busquets – 8,5: Otra exhibición sin balón de cómo dominar el espacio y el tiempo en el centro del campo. Con balón, estuvo algo errático e impreciso ante la agresividad y la presión de los turcos.

Busquets dando un recital. Fuente: Getty Images

De Jong – 7,5: De menos a más. Fue un apoyo en la creación y un ejemplo de cómo sacar el juego de espaldas. Tuvo la más clara del partido y la cruzó demasiado, pero se redimió asistiendo a Aubameyang de cabeza para el gol de la remontada.

Pedri – 9: Una vez más, el mejor del partido. Se echó el equipo a la espalda, paró el tiempo dentro del área para iniciar la remontada y una vez conseguida lo volvió a parar para controlar el partido. Es el mayor talento español.

Pedri sacando la varita a pasear. Fuente: Getty Images

Ferran – 6: Más errático y desparecido de lo normal. Su despiste en la marca a balón parado costó el gol en contra. Su participación en la jugada maestra de Pedri refleja lo que está aportando hasta ahora, mucho trabajo excepcional en silencio.

Adama – 4: No leyó bien el partido. El equipo le necesitaba abierto y buscó encarar hacia dentro. Era el día para que estuviera juguetón y sacase ventaja en banda atacando hacia la línea de fondo, pero casi no se atrevió a hacerlo. Su peor partido desde que llegó.

Adama ayudando en defensa. Fuente: Getty Images

Aubameyang – 7: Goleador. Estuvo errático en las descargas de primer toque para encontrar al tercer hombre, pero sus movimientos fueron perfectos. Volvió a ser decisivo dentro del área y ya suma siete goles en diez partidos.

Gavi – 6,5: Recargó las pilas del equipo. Detectó bien cuándo, cómo y dónde presionar en función del momento del partido. Fue de gran ayuda posicionalmente, sacó faltas peligrosas y ofreció multitud de soluciones con y sin balón.

Gavi recargando las pilas del equipo. Fuente: Getty Images

Dembélé – 6: Se encontró con ocasiones para encarar y desbordar, pero priorizó el cuidado de la posesión para ayudar al equipo a controlar el partido demostrando cómo ha mejorado su madurez futbolística.

Araujo – 6: Tuvo que entrar para sustituir a Dest. Controló como de costumbre los duelos individuales, pero demostró que en banda sufre mucho más que de central porque no controla tan bien los espacios que se generan a su espalda.

Araujo controlando a Babel. Fuente: Getty Images

Lenglet – 5,5: No se notó que tuvo que sustituir a Piqué y eso fue una gran noticia. Cuando Xavi le está necesitando, está respondiendo bien, aunque sigue siendo el cuarto central y está muy lejos de su mejor versión.

Memphis – 6: Entró muy comprometido al partido trabajando bien sin balón y detectando cómo hacer daño al espacio. Con Xavi está siendo más determinante cuando entra como revulsivo.

Memphis forzando una falta. Fuente: Getty Images

Xavi 7,5: El equipo no salió bien en la primera mitad, con un ritmo de juego muy lento. Pero, reaccionó al descanso y su lectura de juego fue crucial para reforzar al equipo en los momentos complicados y recordar desde la banda la idea principal de controlar el partido. No se desconectó del partido ni un momento y sus decisiones se hicieron notar.