Una de las máximas del fútbol volvió a cumplirse. En el debut de Quique Setién como técnico azulgrana, el Barcelona se reencontró con la victoria y, por encima de todo, con su seña de identidad. Sin grandes alardes y sin poder llegar a categorizar el partido de exhibición, lo cierto es que sobre el césped del Camp Nou se vio otra cosa. Presión alta, combinaciones rápidas y una mayor de intensidad que se podía palpar desde la salida de balón hasta en la presión de Messi. Finalmente, el astro argentino decidió el partido tras una gran jugada asociativa para hacer justicia a un duelo que dominaron de inicio a fin.

Ter Stegen, 6. Pocos partidos tan plácidos recordará el guardameta alemán en los últimos tiempos. El Granada no disparó a puerta en todo el primer tiempo y solo en una ocasión logró acertar entre los tres palos en el segundo. Pese a ello, a punto estuvo de ponerse por delante en un tiro al palo en el que el portero poco podía hacer. Bien como siempre con el juego de pies, siendo un jugador más en salida y correcto por arriba. Que Ter Stegen vuelva a pasar desapercibido es una buena noticia para el Barça.

Sergi Roberto, 5. La eterna batalla con Semedo por la titularidad volvía a poner en entredicho su puesto, pero finalmente el técnico cántabro optó por el canterano azulgrana. Poco exigido en defensa y muy poco participativo en ataque. Sus entradas por banda se echaron de menos ante la incapacidad de Ansu Fati para desbordar a un Foulquier que estuvo brillante.

Piqué, 7. Durante la ‘era Valverde’, muchos fueron los que se bajaron de su carro debido a lo transmitido en cada una de sus múltiples apariciones públicas. Sin embargo, dudo que haya alguien que no le vea como el idóneo para liderar una defensa en la que es mariscal. Centrado en el fútbol y mostrando más hambre, el Barça tiene en Piqué al mejor central del mundo para su estilo de juego. Hoy lideró, fue contundente al corte y no cometió errores. El primer paso para recuperar su mejor versión está dado.

Umtiti, 6. Una de las figuras más puestas en entredicho en los aledaños del Camp Nou en los últimos tiempos. Desde la lesión, no ha vuelto a ser el mismo e incluso el buen nivel de Lenglet le hizo perder la titularidad. Su inclusión en el once parece toda una declaración de intenciones del nuevo técnico, pero debe subir sus prestaciones si no quiere que le vuelvan a comer la tostada. Sin alardes y sin una gran exigencia por parte del rival, se puede decir que ha cumplido, pero se enredó en un par de acciones que seguro que no hicieron gracia alguna a Setién.

Jordi Alba, 7. Una vez más, de los mejores. El lateral es una de las grandes bazas ofensivas del equipo, un salvavidas en transición defensiva y el socio por excelencia de Leo Messi. Estuvo participativo, activo y llegó a conectar en un par de acciones con el ’10’ azulgrana que bien pudieron convertirse en las jugadas que abrieras la lata, pero no hubo suerte. 

Busquets, 8. Capitán general del centro del campo. En una zona de creación sin Arthur ni De Jong, el Barça necesitaba de la mejor versión de Busquets para la elaboración, y la tuvo. El internacional español dio un recital en distribución, presión tras pérdida y colocación por todo el verde. Dejó detalles de genio mundial e incluso se animó a lanzar la presión en campo contrario en alguna ocasión. Uno de los más favorecidos, por no decir el que más, de que el Barça inicie un nuevo rumbo hacia el cruyffismo.

Arturo Vidal, 6,5. El chileno es trabajo, llegada e intensidad. Aportó todo lo que se le puede pedir, aunque con eso no siempre es suficiente. Se le vio perdido por momentos, incapaz de dar fluidez al juego e incluso estuvo errático en la definición. Un jugador al que siempre querría en mi equipo, que no desearía tener enfrente, pero el perfil de interior del Barça responde mejor a jugadores de otro perfil. Al final, pese a todo, termina decidiendo el partido con un taconazo que deja totalmente solo a Messi antes del gol.

Rakitic, 4,5.  Otra de las sorpresas en el once la protagonizó Iván Rakitic. El croata ha perdido el protagonismo de pasadas campañas y, por el momento, no parece estar en situación de recuperarlo. Se le vio apático, demasiado conservador en el pase y uno de los principales culpables de que el Barça no fuese capaz de desarbolar la telaraña del Granada. Solo con su salida y la entrada de Riqui Puig el Barça logró batir a Rui Silva.

Ansu Fati, 6. Las lesiones de Dembélé y Suárez le han abierto las puertas de la titularidad de par en par y hoy tenía la primera oportunidad hacia un hipotético futuro asentamiento en el once. El canterano lo intentó y lo intentó y, pese a que no logró dar amplitud y profundidad al equipo, no alcanzó el premio que en otras ocasiones alcanzó con mucho menos. Foulquier le terminó por amargar la noche y al final salió sustituido para dejar su sitio a Carles Pérez.

Antoine Griezmann, 7. Puede que su asociación con Messi no termine de cuajar, que sus números no sean los esperados o que alguno esté decepcionado con su rendimiento, pero el francés sabe como ganarse a la grada. Hizo kilómetros, se sacrificó como un juvenil e incluso hizo alguna transición defensiva que terminó por levantar a la grada. Además, el que tiene retiene y es imposible que un jugador de sus cualidades no deje detalles de vez en cuando. Hoy, uno más con un pase sutil que precedió a la asistencia de Arturo Vidal y posterior gol de Messi. 

Messi, 8. Había ciertas dudas sobre con que actitud saldría al campo Leo Messi tras la destitución de Ernesto Valverde, del que era uno de sus principales valedores, pero no tardó en disipar las dudas. El argentino mostró una agresividad en la presión a la que no nos tiene acostumbrados, fue el mayor productor de ocasiones de su equipo y además decidió el encuentro con el único gol en los noventa minutos. Se le vio disfrutar y eso siempre son buenas noticias para el Barça.

Riqui Puig, 7. Entró en el minuto 70 por Iván Rakitic y cambió la cara del partido. Cierto es que coincidió en el tiempo con la inferioridad numérica del Granada, pero el canterano dio frescura al ataque. Acertado en el pase y sin miedo a asumir protagonismo, demostró estar para jugar con los mayores. Solo un error en el último pase a Messi hará que no ocupe las portadas de mañana.

Carles Pérez, (n/c). Entró a falta de diez minutos y con el partido resuelto. Apenas tuvo participación y, cuando tuvo opción, fue para dejar claro que Foulquier había desayunado fuerte esta mañana. 

Arthur, (n/c). El brasileño volvía después de unas semanas en las que ha sido el protagonista de la mayoría de las polémicas. Correcto en el pase y un seguro si lo que buscas es dormir el partido con largas posesiones.

Quique Setién, 7’5. Apenas ha tenido tiempo y, pese a que no todo sea gracias a su libreta, se ha visto un Barça diferente. Es la gran esperanza de los culés que quieren volver a disfrutar del fútbol que les ha dado cinco Ligas de Campeones. Buena carta de presentación, pero quizás el once no haya sido el que más ha ilusionado a los que esperaban con ansia el partido.