Sin duda alguna, este era uno de los partidos con más expectación de los últimos tiempos. El planteamiento inicial simulaba bastante al que habíamos ido presenciando a lo largo de la temporada, sin embargo, los primeros 45 minutos fueron suficientes para observar algunos detalles que hacía mucho que no veíamos con este equipo.

En la primera parte el Barça fue el dueño absoluto del esférico, con más de un 80% de posesión y 500 pases completados. A su vez, vimos una defensa sólida y segura, recuperando rápidamente los balones tras las pérdidas. Poco a poco, el conjunto culé se asentaba en el encuentro, controlaba las jugadas, el tiempo del partido, hacia triangulaciones largas y creaba las únicas ocasiones que veríamos en los primeros minutos. 

Sería precisamente el astro argentino el que tendría una de las oportunidades más claras, en una jugada en la que conseguía destrozar a la defensa rival mientras buscaba huecos ante un Granada muy bien posicionado, jugada que finalmente no pudo completar con éxito, por lo que el Barça cerraba la primera parte con un empate.

Messi tras anotar el tanto del encuentro. Fuente: Mundo Deportivo.

En la segunda parte, el partido comenzaba tal y como había finalizado la primera, con el Barcelona dominando el juego, pero sin acabar de definir. El Granada, fiel a su planteamiento, no se acercaba al área rival, sino que se concentró exclusivamente en mantener el marcador y aguantar el tirón de los azulgranas.

Sería casi al final del encuentro cuando, tras un robo de balón de Riqui Puig -que se incorporaba al juego tras el descanso-, Leo Messi anotaba el único tanto del encuentro, tras un toque de talón de Arturo Vidal. Setién, celebraba efusivamente el gol desde el banquillo, puesto que con el mismo lograba la victoria en su primer encuentro como técnico culé.

Celebración tras el gol de la victoria. Fuente: La Vanguardia.

El encuentro finalizaba con tranquilidad, dejando los tres puntos en Barcelona. Sin duda alguna, un partido ha sido suficiente para ver cambios importantes en el juego del equipo y en su actitud, mucho más participativo en defensa, organizado, sin miedo a jugar en corto, con más posesión y más recuperaciones de balón. Esperemos que lo de hoy solo haya sido un aperitivo de lo que está por llegar puesto que al Barcelona le esperan partidos francamente complicados en las tres competiciones.