Después del desastre en Los Cármenes, el Barcelona volvía al Camp Nou con la necesidad de demostrar que lo ocurrido había sido solamente un accidente. Los azulgrana se encontraban octavos en la tabla, fuera de Europa, y no ganar ante el Villarreal podría aumentar la ventaja con el Real Madrid a siete puntos. La vuelta de Messi, las titularidades de Busquets y Arthur y la vuelta al 4-4-2 en fase defensiva fueron algunas de las cartas que Valverde puso en la pizarra para volver a sumar de tres en tres. 

Ter Stegen, 6. El alemán dejo de ser ese ser casi infranqueable por un día. Después de no se sabe ya cuántos partidos, volvió a fallar. Tras un disparo lejano de Cazorla, midió mal, se lanzó dónde no era y cuándo trató de enmendar el error el balón ya no estaba a su alcance. Sin embargo, solo fue el lunar a un partido nuevamente  serio, correcto y en el que solucionó todas las demás acciones con la solvencia que le caracteriza.

Semedo, 7. Poco a poco, el lateral portugués va acercándose a lo que se le veía en el Benfica. En una temporada en la que ya sí se le ha dado la total confianza, está respondiendo con solidez y mucho recorrido. Gracias a su labor, no hubo noticias de Javi Ontiveros en el Camp Nou. Sigue fallando en algunas decisiones ofensivas, aunque se le nota mejoría a cada partido que pasa. 

Piqué, 7. Apenas tuvieron trabajo en la primera parte, dónde el bloque solventaba todos los problemas antes de la llegada a los últimos hombres. Le hicieron correr en la segunda parte con las constantes contras del submarino, pero consiguieron resolver cada embestida. Imperial por alto y clarividente en salida de balón. Se atrevió con el balón parado y a punto estuvo de marcar en un lanzamiento que obligó a Asenjo a estirarse.

Lenglet, 7’5. El central francés se muestra cada vez más dominante. Cortó balones por arriba, por abajo, achicando y corriendo hacia atrás. Además, le tocó corregir en numerosas subidas de Firpo las internadas de Samu Chukwueze y lo hizo con solvencia. Gran partido. Uno más.

Firpo, 6. Volvía a la titularidad tras su error en Los Cármenes y tocaba ver si la situación afectaría a su juego. Estuvo correcto, llegando constantemente y ofreciéndose, sin miedo. Sufrió en defensa con un Chukwueze hiperactivo que le cogió la espalda en numerosas ocasiones.

Busquets, 6. Cuando el Barça no tiene el balón, la brújula blaugrana sufre y este partido no fue una excepción. Desaparecido en la primera parte, sobre todo tras el segundo gol, cuando el Barça optó por replegar con esas dos líneas de cuatro. Se le vio más en el segundo tiempo, sobre todo con la entrada de De Jong, que propició situaciones con posesiones más largas.

Sergi Roberto, 4’5. Sigue Valverde apostando por el canterano en el centro del campo y sigue el Camp Nou preguntándose el por qué. Ocupó la zona derecha del 4-4-2 en fase defensiva por el que apostó el Barça en el primer tiempo. Aportó trabajo y salida en largo en algunos desmarques que permitían a Messi introducirse al medio. Con balón le sigue faltando claridad. Con su salida, el equipo ganó en control del partido.

Arthur, 8. El brasileño volvió a dejar detalles de genio. Controló el partido durante varias fases, se movió a sus anchas y anotó un golazo desde fuera del área, el segundo de la temporada. Parece que esta vez sí Arthur ha decidido tomarse en serio lo de ser importante en este equipo. Por poner alguna pega, desconecta por ratos del partido y su equipo lo nota mucho.

Messi, 7. Volvió el 10 al Camp Nou y no tardó en ganarse el aplauso de una hinchada que ya le echaba de menos. En el minuto cinco, lanza el córner en forma de caramelo que Griezmann convierte en el 1-0. Un incordio continuo, obligando al equipo a duplicarle e incluso triplicarle la marca cada vez que tocaba la pelota. Terminó marchándose al descanso por unas molestias en el abductor.

Suárez, 4. Parece que el uruguayo no haya vuelto del todo bien de la lesión. Lento, impreciso y desacertado. La poca pretemporada realizada y el tiempo inactivo le han hecho mella. Aún le falta para coger la forma del Suárez que conocemos. Valverde terminó cambiándolo por Ansu Fati.

Griezmann, 7’5. Leve mejoría del francés. Anotó el 1-0 y se sacrificó ocupando el flanco izquierdo de la segunda línea del 4-4-2 de Valverde. Mejoró en el segundo tiempo, sobre todo con la entrada de Ansu Fati y su paso a la punta de lanza. Se asoció, descargó y a punto estuvo de aumentar su cuenta en varias ocasiones. Eso sí, no fue su día más fino de cara a puerta.

Dembélé, 6. Volvía tras su lesión en Bilbao y, como siempre, su rendimiento era una incógnita. Para alegría de muchos, nada más entrar al campo dejó dos acciones de mérito que a punto estuvieron Griezmann, primero, y Suárez, después, de convertir en gol. Fue de más a menos, pero cumplió con creces después de su inactividad.  

De Jong, 7. Frenkie volvió a demostrar que este equipo le necesita para ser dominador. Se asocia y supera líneas con facilidad. A partir de su entrada al campo, el Barça tuvo sus mejores minutos.

Ansu Fati, 7. Lo de este chico sigue siendo para no creérselo. Por si alguien pensaba que la recuperación de las piezas ofensivas le iba a dejar en un segundo plano, Ansu tardó poco o nada en demostrar lo contrario. Revolucionó el partido. Encaró en numerosas ocasiones, estuvo a punto de marcar y protagonizó una de las jugadas polémicas del encuentro con una caída dentro del área.

Valverde, 6’5. El técnico extremeño sacó prácticamente su once de gala, pero algo se nos escapa para que en este sigamos viendo a Sergi Roberto como titular. Valverde tocó la pizarra para convertir a su equipo en un 4-4-2 en fase defensiva y una especie de rombo con Messi en el vértice ofensivo cuando atacaban, cambio seguramente fruto de la fragilidad ofensiva que se le achacaba en anteriores encuentros. Aportó frescura con los cambios y tuvo la valentía de sacar del campo a un Suárez muy errático.