Ter Stegen (7): En el gol, poco pudo hacer el portero alemán mientras se quejaba de un posible fuera de juego. En la segunda parte, deslizaría varias paradas de mérito que salvaguardaron la confianza de los culés para seguir con vida en el partido.

Alejandro Balde (8): Una vez más el joven canterano fue indispensable en el equipo. Esta vez, repitiendo en banda derecha, donde se encontró cómodo en las internadas en ataque junto a Ousmane Dembélé. Rápido y contundente en defensa. Una joya.

Christensen (5’5): El danés volvía de lesión y no se le vio cómodo del todo. Imprescindible esa fiabilidad en la salida de balón que aporta.

Marcos Alonso (7): De nuevo en la posición de central. Envuelto en la polémica del gol, pero impecable el resto del partido. Seguro en el corte y en la anticipación. Cumpliendo con creces fuera de su posición, un día más.

Jordi Alba (6): El lateral generó la jugada del primer gol del Barça. Si algo tiene Jordi, es la faceta ofensiva, donde demostró seguir teniendo chispa, aunque hoy sin suerte.

Sergio Busquets (4): El de Badía no supo encontrarse en ningún tramo de partido. Superado por la presión asfixiante del Osasuna en la salida de balón. Cometió varios errores que bien pudieron costar puntos negativos en el marcador. En la segunda parte se mostró más confiado en el control del juego.

Pedri (8’5): El mago canario volvió a sacarse de la chistera otro partidazo. Esta vez con gol incluido. Tras la expulsión de Robert, el ‘8’ tuvo que coger las riendas y generar, además de control, transiciones y juego vertical del equipo.

Frenkie De Jong (8): Simplemente soberbio. Actuando en dos posiciones -interior y central-, exigido por el esfuerzo de jugar con diez y con talento para dar la asistencia de gol definitiva a Raphinha desde 30 metros. Frenkie cada vez con más galones dentro del vestuario.

Ferran (6): Con la expulsión de Robert se colocó de 9, donde lo intentó sin éxito, pero generando movimientos que beneficiaba al resto del equipo. Marcó, pero en fuera de juego.

Dembélé (5’5): No dejó de intentarlo de inicio a fin, pero dejando malas sensaciones. Bastantes pérdidas e imprecisiones que se acentuaron aún más con la expulsión del polaco, y donde tuvo que coger las riendas del equipo.

Lewandowski (3): La autoexpulsión lo cambió todo. El peor partido del polaco desde que está en Barcelona.

Gavi (7): Hiperactivo como él acostumbra. Un puñal desde que entra y un revulsivo que contagia al equipo con su actitud. El Barça ganó cuatro pulmones con su entrada.

Ansu Fati (6): También aportó peligro y electricidad en ataque. Una jugada marca de la casa tras sacar de córner fue su detalle más elevado.

Raphinha (9): No solamente fue el golazo de cabeza. Los movimientos, su implicación defensiva, regates y control de partido hizo que el brasileño diese un ejemplo de cómo hay que revolucionar un partido. Su cabeza estaba en ser el héroe del partido, y tal y como hiciera en Valencia, así fue.

Chadi Riad (NS/NC): Un debut de pocos minutos.

Xavi Hernández (7’5): El técnico planeó un escenario diferente al que se vio desde inicio. Con Busquets, pese a los errores, se mantuvo firme. Con uno menos, la papeleta estaba complicada, pero los cambios fueron clave, y ahí, sin duda, se llevó el mérito.