El mercado invernal ha sido gestionado de forma muy poco profesional por parte del Fútbol Club Barcelona. La improvisación, la falta de recursos y los escasos análisis de los posibles candidatos, ha dejado en evidencia la planificación de la secretaría técnica con Éric Abidal a la cabeza.
Ya desde verano, varios jugadores querían saber cuál era el nuevo rol que adoptarían ante la llegada de nuevas incorporaciones. Ernesto Valverde tenía que repartir de forma justa y equitativa los minutos, atribuyendo titularidades por méritos y no por figura en el club, o por antigüedad. De esta forma, la llegada de Frenkie De Jong fue la que más repercusión causó en el vestuario, pues como apuesta futura y nivel mostrado en la anterior campaña, dos futbolistas más se iban a ver implicados en la ecuación. Arturo Vidal y Rakitic, que estuvieron en la rampa de salida, finalmente decidieron quedarse, pero muy cerca estuvieron de marchar al Inter y PSG en la operación de Neymar. En estas operaciones, el Barça pudo haber hecho caja por dos piezas secundarias en el esquema del ‘Txingurri’, teniendo en cuenta que Arthur y Busquets acompañarían al holandés en la media. Ante la sorpresa del croata por disputar tan pocos minutos durante la primera vuelta de la nueva campaña y los gestos de la propia directiva con su imagen, y el espíritu luchador del chileno cada vez que hacía de revulsivo, el problema se hacía mayor para el que hacía las alineaciones. Ahora con Setién, ambos jugadores vuelven a ser importantes, pero siguen replanteándose su futuro a corto plazo.
En el caso de Arturo Vidal, a pesar de tener un rendimiento notable, en el Barça será difícil que sea titular indiscutible. Tras la denuncia interpuesta al propio club por impago, es muy probable cambiar de aires en cuanto finalice la temporada. Rakitic, en cambio, ha comenzado la segunda vuelta siendo fundamental por la lesión de Arthur y su tardía recuperación, pero sabe que en el esquema de gala, él no tendría tantas oportunidades de estar. El ‘4’ del Barça es un jugador de los que se considera rentable, y es que los 18M€ que se le pagó al Sevilla, están más que amortizados. Con goles en finales, en clásicos, con asistencias maestras, con títulos y con un comportamiento ejemplar dentro y fuera del campo, parece que su ciclo está llegando a su fin. Pero el club a día de hoy no sabe realmente el precio que fijarle, pues durante estos meses se ha devaluado por la falta de minutos, y ahora a sus casi 32 años, los pretendientes europeos se piensan más si invertir en otro tipo de jugador más joven o no.
Los compañeros de ‘El Larguero’ informan de que el Atlético de Madrid vuelve a estar en la órbita para hacerse con los servicios de Iván, estando dispuesto a ofrecer entre 10M€ y 20M€, cifras muy bajas para lo que se estipulaba el pasado mercado estival. Teniendo en cuenta de que los colchoneros son rivales directos en el campeonato nacional, el Barça debería aclarar que el jugador aún cuenta con contrato en vigor, y que negociar en pleno curso podría acarrear las mismas sanciones que se le impusieron por negociar con Griezmann. De concretarse la operación, los azulgranas tendrían que valorar la opción de incorporar un centrocampista de nivel o apostar por Riqui Puig, quien aún no tiene muy claro su rumbo en el equipo.