El Spotify Camp Nou se vistió de gala para celebrar el título liguero. 88.049 espectadores llenaban el estadio, en una tarde repleta de cánticos a Busquets, al trofeo conseguido y a Messi. Poco le importó la derrota al templo azulgrana, que se dejó la voz para corear el primer gran título de la era Xavi.

Por parte del Barça, Xavi formaría con Raphina y Dembéle juntos, en ambas bandas, para acompañar a Robert Lewandowski. Por detrás, sin Pedri, Busquets disputaría una de sus últimas grandes noches en el Spotify Camp Nou, junto a De Jong y Kessié en la medular. Y Ter Stegen estaría respaldado por Balde a pierna cambiada, Alba, Christensen y Koundé, que regresaba a la posición de central.

Imanol, por su parte, alineaba a Remiro en la portería, Salguero, Le Normand, Zubeldia y Elustondo, Merino, Zubimendi y Illara en el centro del campo y Cho, Sorloth y Barrenetxea en la delantera.

Comenzaba el partido de la peor forma posible para los blaugranas: una pérdida de Koundé, con posible falta de Sorloth, propiciaba el primer gol de la Real a cargo de Mikel Merino. Sin embargo, al Camp Nou poco pareció importarle: entre cánticos a Messi y a la Liga conseguida, el equipo recuperó el dominio y tuvo hasta tres ocasiones para empatar el encuentro.

Pero, tras la tormenta llegó la calma. Bajaron las revoluciones en el césped y, con ello, las ocasiones. El Barça, con un equipo muy largo por la presencia, caótica, de Dembélé y Raphinha entre líneas, sufría en demasía las pérdidas de los Koundé, Balde y compañía en los primeros pases. Con cánticos de “Busi, Busi” y con 0-1 en el marcador terminaba la primera parte. La Real, con Europa entre ceja y ceja, queria amargar la fiesta de celebración del título liguero culé.

La segunda parte comenzó con sustitución: Marcos Alonso, que se había quedado haciendo ejercicios de calentamiento en el césped, saltaba al terreno de juego por un errático Koundé. La Real, con mucho que perder y con el marcador a favor, le cedió el balón al Barcelona e impuso un ritmo lento y plagado de interrupciones. Los de Xavi, huérfanos de Pedri, no supieron encontrar acciones de peligro. Para ello entraron Ansu y Ferran, por los sustituidos Raphinha y Kessié. Sin éxito, pues en el minuto 26 de la segunda parte, Sorloth ampliaba la distancia en el marcador, tras una gran jugada de Zubimendi.

Merino celebrando el gol (Photo by David Ramos/Getty Images)

El Barça, más pendiente de la celebración posterior que de lo que ocurría en el campo, intentó minimizar la distancia en el marcador, sin éxito hasta los últimos compases de partido. El momento más emotivo del encuentro lo protagonizó Busquets, que se marchó en los últimos minutos con el Spotify Camp Nou rendido a sus pies. Entró Pablo Torre y, luego, marcó Lewandowski, con gritos de “campeones, campeones” de fondo. El silbido final certificó la victoria para la Real, ante un Barça que no supo encontrar su mejor versión.

Celebración con sabor a despedida

Con el calor de todo el Spotify Camp Nou, el Barça celebró su título de Liga número 27: el último de Busquets. El capitán agradeció el apoyo de toda la afición, en una ceremonia que supo a despedida. Luego, Xavi Hernández tomó la palabra para agradecer la labor del presidente Joan Laporta y destacar el gran papel de la hinchada, en los partidos, desde sus casas y en la rúa. También se acordó de Cruyff, entre confeti y aplausos. Así, el club culé celebró el primer gran título con Xavi como entrenador. Comienza la nueva era.