Noche inmaculada de Champions para el Barça. Llegaban las flamantes campeonas de la Supercopa al Cruyff ya sin bajar del bus clasificadas de manera matemática -y con aún otro encuentro por disputarse-, porque el Benfica no había pasado del empate a dos en casa del Ronsengard.

Pero pese a tener un objetivo asegurado, el de pasar a cuartos de final, buscaban hacerlo como líderes matemáticas. Un Barça Femení hinchado de ambición se acabó llevando (2-0) uno de los partidos más igualados de su temporada. Las de Giráldez jugaron con su intensidad habitual desde el primer minuto contra un Eintracht Frankfurt que sí tenía mucho en juego: las alemanas necesitaban la victoria sí o sí para mantener sus opciones de quedar segundas hasta la última jornada y pasar de ronda arrebatándole el billete a las portuguesas.

Las galardonadas en la gala de The Best recibieron el homenaje del Johan. Fuente: @FCBfemeni

Las alemanas comenzaron golpeando primero, ganándole la carrera a Engen pero incurriendo en fuera de juego. Recuperó rápidamente el Barça la batuta del partido a través de Mariona, basculando el juego hacia ambas bandas, y Hansen pegó el primer ‘chispazo’ desde el pico del área, rechazado por la defensa del Eintracht. Pidieron inmediatamente después penalti por un claro agarrón a Salma en el minuto 4 -la primera de las decisiones arbitrales que reclamarían las culés-, y la ‘golden girl’ se tomó su revancha jugando a las paredes de tacón a placer con Mariona dentro del área.

El Barça jugó a lo que acostumbra, con presión asfixiante de Salma arriba a la que el Eintracht respondía tratando de poner nerviosa a la imperturbable Cata Coll. Caldentey, una auténtica todoterreno, intentaba de nuevo el chute desquiciando a las visitantes y apareciendo en todas las zonas del césped. No por nada insiste Bronze en que es la futbolista “con la que más les gusta jugar”.

El Frankfurt resultó un rival de categoría, aguantando y forzado a Aitana Bonmatí a ocuparse más de lo que acostumbra de tareas defensivas. Ingrid Engen, vapuleada por una Irene de nuevo exquisita, realizó un día más una ‘masterclass’ como muro sobre el terreno del Cruyff, frustrando las ocasiones de gol de las alemanas. Cata Coll evitó el primero del Eintracht saliendo al corte a 20 metros de su portería cuando se cumplió el primer cuarto de hora de juego, y Paredes cubrió después bajo palos el rechace. Comunión perfecta de una primera línea blaugrana con más deberes que en otras ocasiones.

Mariona estuvo en todas partes. Fuente: @FCBfemeni

Y llegó la ‘apertura de lata’ blaugrana pese a los avisos visitantes. Un ‘Guijarrazo’ imparable desde el pico del área levantaba al Johan en el minuto 19 y ponía de pie a los más de 4.800 espectadores. Hansen se quiso animar a la fiesta con una jugada mesiánica, a lo lamine en San Mamés, llegando de la banda derecha y paseándose veloz y a placer por la frontal hasta que caer derribada, reclamando un nuevo penalti que la colegiada volvió a pasar por alto. Pero el Barça ya había tomado el control del partido y, salvo una llegada del Frankfurt y un susto en forma de golpe a Aitana, se marcharon a vestuarios con 1-0 en el luminoso.

Y muy luminoso, con los focos especialmente incisivos del estadio cegando tanto a las jugadoras como a los más de 4.800 espectadores y periodistas en tribuna. Nada más reanudarse el partido avisó Lucy Bronze del segundo, colocando el esférico en el poste derecho de un cabezazo. Avisaban de nuevo las blaugranas en la siguiente acción y paró Stina un mano a mano con Hansen, en el que la noruega no tuvo tiempo de picar la pelota cuando todo el estadio ya gritaba gol. La primera tarjeta del encuentro, muy aplaudida por la afición culé, no llegaba hasta el minuto 60 para las alemanas en el momento más bronco del partido. El Barça no estaba consiguiendo materializar su bien juego en el tanto que les diera la tranquilidad y Lucy Bronze, imperial y veterana en defensa, conseguía evitar al rechace el empate del Frankfurt.

Justo cuando más apretaron las alemanas, alentadas por más de 200 personas en el sector visitante que comenzaban a creer en sacar puntos de Barcelona, apareció Graham Hansen. El Eintracht había efectuado durante 70 minutos un trabajo impecable en contener a la noruega, algo que se antoja tarea imposible cuando se trata de la futbolista más eléctrica del planeta. Caro sacó sus diabluras y se agenció un golazo de esos reservados a la élite del balompié, para ‘matar’ al Frankfurt y el partido.

No, este Barça no falla ni con el pase a cuartos asegurado. Las victorias no se negocian.