Dicen que año nuevo, vida nueva. Un refrán más que idóneo para describir la situación actual del Barça de Roger Grimau. El conjunto azulgrana se había fijado varios propósitos para este 2024, entre los cuáles destacaban encontrar la regularidad, crear una mayor cohesión de equipo y, por encima de todo, volver a ganar. La primera oportunidad del Barça para volver a reencontrarse consigo mismo no sería nada fácil; en casa, en el Palau, pero ante el eterno rival. Un Real Madrid de récord en esta primera vuelta de la Euroliga que, sin embargo, no intimidaba a Grimau. En la rueda de prensa previa al partido, el entrenador catalán aseguró con firmeza que, dada la situación del equipo, «el Madrid era el mejor rival posible».

Grimau demostró no tener ningún tipo de miedo y apostó por los más grandes en un inédito quinteto formado por Satoransky, Kalinic, Parker, Da Silva y Vesely. Un novedoso cinco inicial con un claro objetivo: frenar a Tavares y controlar la pintura. Sin embargo, el técnico catalán subestimó el peligroso juego exterior de los blancos y Dzanan Musa se lo hizo pagar caro.

El escolta bosnio castigó a los azulgranas desde el inicio con 13 puntos (4/5 en triples) en un primer cuarto en el que el Barça fue a remolque de un Madrid que jugaba sin presión. El conjunto azulgrana fue creciendo durante los últimos minutos del cuarto gracias al acierto de Parker y a la entrada de Laprovittola, Willy y Parra. Sin embargo, como nunca puede faltar en un buen Clásico, la polémica arbitral no tardó en hacer acto de presencia, ralentizando el ritmo de un partido frenético hasta el momento. Los azulgranas se fueron al descanso cuatro puntos por debajo de los blancos (21 – 25).

Kalinić demostró su polivalencia desenvolviéndose con éxito como escolta | Fuente: @FCBBasket (X)

El segundo cuarto transcurrió de manera muy similar al primero; el Barça seguía de cerca la estela de un Madrid que encontró en Llull y Poirier la pareja perfecta para mantener a los azulgranas a raya. El equipo trabajó en conjunto para recortar distancias a los blancos que, con el paso de los minutos, empezaron a conceder más de la cuenta. Darío Brizuela vio la oportunidad de acercar al Barça a tan solo dos puntos antes del descanso y no desaprovechó la última posesión del cuarto para meter un triplazo sobre la bocina que hacía saltar las alarmas en el banquillo blanco justo antes de irse al descanso (45 – 47).

Roger Grimau volvió a la pista para reanudar el partido con el mismo quinteto con el que lo comenzó; no obstante, a los dos minutos y medio dio entrada de nuevo a Joel Parra por Oscar Da Silva para asegurar el rebote y subir las revoluciones del equipo con su contagioso carácter. Reconocimiento más que merecido para Nikola Kalinić y Jan Vesely que, gracias a su constancia durante sus minutos en pista, consiguieron adelantar a los azulgranas por primera vez desde el principio del primer cuarto.

El tercer periodo fue mucho más disputado y se vio reflejado en la anotación global entre ambos equipos. Sin embargo, los parones perjudicaron al Barça que, tras haber peleado por recuperar la ventaja inicial durante la mayor parte del Clásico, terminó cediendo el mandato del partido ante un Madrid que demostró que también sabe aprovechar ir por detrás en el marcador (60 – 62).

Jan Vesely, el hombre más buscado de la noche con 27 puntos | Fuente: @FCBBasket (X)

No faltaban las palomitas para presenciar un ultimo cuarto que prometía emociones fuertes y que no tardó ni medio minuto en hacer explotar al Palau. Un empujón con el codo de Sergio Rodríguez a Nico Laprovittola en la lucha por un rebote se convirtió en una trifulca momentánea y se saldó con un servicio de fondo a favor del conjunto blanco. La reacción y el posterior comportamiento del base canario no gustaron en absoluto ni a los azulgranas ni al Palau que, por increíble que pudiera parecer, subió aún más los decibelios para sacar del partido a los jugadores blancos. Algunos, como Vincent Poirier, «bailaban» con la cabeza a ritmo de: «¡Así, así, así gana el Madrid!». Poco después, Jan Vesely sacó a bailar al pívot francés con un póster que, muy seguramente, el gigante checo querrá colgar como recuerdo en su habitación. Partidazo estratosférico del ‘6’ del Barça, que terminó con 27 puntos, 4 rebotes, 3 tapones y 28 de valoración.

Sin duda, la imagen de la noche: Parker, totalmente integrado con la cultura azulgrana rodeado de los Dracs del Palau | Fuente: @FCBBasket (X)

La tensión entre los jugadores de ambos equipos no podía parar de crecer; del enganchón entre Parker y Campazzo que zanjó el Palau con un «¡Tonto, tonto!» dedicado al base argentino al cruce de lo que seguramente fueran más que palabras entre Vesely y Causeur. El escenario generado por el ambiente enloquecidamente festivo por parte del Palau favoreció al Barça que, pese a ver cómo el Madrid recortaba distancias a falta de tres minutos para el final, selló una remontada memorable con un triplazo de Nico Laprovittola, que hizo el gesto del ‘beso del chef’ para poner ponerle el punto y final al partido.

‘Laproshow’ lo hizo de nuevo en el Palau cuando el equipo más lo necesitaba | Fuente: @FCBBasket (X)

El Barça cumplió con su principal propósito de año nuevo y tiró de orgullo para remontar El Clásico y cerrar la primera victoria de 2024 de color azulgrana. Una victoria histórica, ya que se convirtió en el equipo con más triunfos de la competición con 421 victorias en 628 partidos. En menos de 48 horas, el segundo de los primeros cinco partidos seguidos del año en el Palau ante Baskonia.