La imponente victoria del Barça ante el Madrid el pasado domingo en Riad tuvo su origen en la sala de máquinas. Con el objetivo no solo de revertir el resultado del primer Clásico de la temporada (derrota por 3 a 1 en octubre en el Bernabéu), sino de levantar su primer título como técnico azulgrana, Xavi introdujo a Gavi en la ecuación -suplente en el último precedente ante los blancos- y cambió el clásico 4-3-3 por el 4-2-3-1 para apostar por la superioridad númerica en el centro del campo.

Busquets y De Jong, quienes hasta ahora habían sido pivote e interior respectivamente cuando habían jugado juntos, compartieron eje en zona de medios por primera vez bajo el mando de Xavi. Gavi se situó como interior izquierdo con mucha influencia tanto por fuera como por dentro, y Pedri como mediapunta por detrás de Lewandowski con libertad absoluta para generar desde esa posición.

El futuro del centro del campo del Barça vuelve a estar en manos de ‘dos locos bajitos’ | Fuente: GettyImages

Además, el técnico egarense sabía que el Madrid al que se enfrentaban era muy diferente al que les sobrepasó hace tres meses en el Bernabéu. Su centro del campo presentaba evidentes muestras de cansancio y un claro bajón en el rendimiento tras el Mundial. Además, Ancelotti no pudo contar con Tchouaméni, quien fue uno de los mejores del último Clásico.

Los ya apodados como los ‘4 Fantásticos’ dieron una cátedra de lo que es el fútbol total. Las estadísticas dicen que el Barça solo tuvo el 54% de la posesión, pero quienes asistieron al baile del domingo saben que ese dato es engañoso. Las largas y dinámicas posesiones con pases rápidos y con los jugadores blancos corriendo desesperados tras el balón confirman que los azulgranas no dominaron el balón en vano, ya que también dominaron al Madrid.

Hoy no estaríamos celebrando una Supercopa si Busquets no hubiera jugado. El ‘pulpo de Badía’ es como el Sr. Fantástico; todo un genio capaz de estirar sus extremidades hasta dar la sensación de parecer infinito. El ‘5’ del Barça cortó contras alargando sus piernas y creó jugadas de la nada girando su cuerpo como si del propio Reed Richards se tratara.

Busquets, saliendo con clase de la presión ante Valverde | Fuente: GettyImages

Además, se vio claramente beneficiado por el doble pivote junto a De Jong, ya que el holandés realizó la cobertura para protegerse de las contras a las cuales el capitán no podía llegar.

Frenkie es como la Mujer Invisible; es tan bueno en lo que hace que, a veces, parece que obviemos su labor. Sin hacer mucho ruido y, en ocasiones, sin dejarse ver, de la nada saca una de sus clásicas conducciones para romper líneas y filtrar pases por dentro. En Barcelona llevaban tiempo deseando ver a aquel De Jong del Ajax, y el domingo vimos una de sus mejores versiones desde que llegó gracias al doble pivote.

Tener a ‘Busi’ al lado le permite arriesgar más y realizar salidas con el balón controlado con mayor frecuencia. De hecho, cuando jugaba en el Ajax, compartía eje en la zona de medios con Lasse Schöne, un ‘5’ más estático y posicional que él, tal y como sucede con Busquets.

Frenkie De Jong ante Rodrygo en una de sus conducciones entre líneas | Fuente: GettyImages

Gavi es la Antorcha Humana; puro fuego. Demasiada personalidad a tan corta edad. Su intensidad y velocidad inagotables aseguraron a Xavi tener la banda izquierda prácticamente cubierta tanto en el aspecto defensivo como sobre todo en el ofensivo. En los espacios cortos te quema y en las distancias largas te ahoga. El único jugador que presiona igual en el 1’ que en el 90’.

Tras recuperar el balón, o bien se asociaba bien con Balde o realizaba incursiones hacia el área para tener más influencia en los metros finales. Así fue no solo como le puso el último pase tanto a Lewandowski como a Pedri, sino también como anotó su primer gol en un Clásico. Cada vez son más los equipos que saben que si Gavi merodea el área es sinónimo de incendio.

Gavi celebrando con rabia su primer gol oficial en un Clásico | Fuente: GettyImages

Pedri es la Cosa, pero no una cosa cualquiera. Es algo que no se puede definir. Antes de encontrar las palabras exactas para definirlo, él ya hace rato que ha encontrado un pase entre cuatro rivales que muy seguramente vaya a acabar en gol; indescriptible. Tan solo 20 años y juega como el más veterano de toda la plantilla. Pese a que es capaz de adaptarse a cualquier posición del centro del campo, el domingo quedó comprobado que partir desde la mediapunta le sienta como a muy pocos.

Su alma de interior siempre hace que acabe cayendo para dentro pero, en este caso, es la referencia en la zona de creación de tres cuartos hacia adelante. Juega con total libertad para así poder expandir su visión y filtrar balones hacia las bandas para los laterales o entre líneas para el ‘9’.

Pedri, superando en carrera a Kroos | Fuente: GettyImages

Pese a que cada rival es diferente y cada partido requiere un planteamiento táctico distinto, Xavi parece haber dado con la tecla con cada uno de los pilares del centro del campo del Barça. El juego de posesión era el tesoro más preciado del técnico egarense que, en su momento, fue uno de los principales ejemplos de cómo mover el balón para mover al equipo entero, y ahora parece que tiene la fórmula para sacar la mejor versión de los ‘4 Fantásticos’.