Después de tirar de oficio para tumbar al Crvena Zvezda el pasado viernes, el Barça volvía al Palau 48 horas después para afrontar la novena jornada de la Liga Endesa ante el Lenovo Tenerife, noveno clasificado. El conjunto de Roger Grimau no pudo contar con su capitán, Álex Abrines, por una sobrecarga en el cuádriceps izquierdo. Sin embargo, el técnico azulgrana salió de inicio con novedades en el quinteto titular; Laprovittola, Satoransky y Vesely partían como de costumbre, pero Joel Parra y Oscar Da Silva completaron el cinco inicial.
La intensidad y la igualdad protagonizaron el transcurso del primer cuarto. Ninguno de los dos equipos conseguía mantener una mínima ventaja sobre su rival. Por parte del Barça, la energía de Satoransky (8 puntos, 4 asistencias y 15 de valoración) y Joel Parra mantenían a los azulgranas cerca de los tinerfeños que, gracias al acierto de Elgin Cook, Dusan Ristiv y Marcelinho Huertas, lograron liderar el marcador durante la mayor parte del cuarto. Sin embargo, la entrada de James Nnaji y, sobre todo, Jabari Parker (18 puntos y 20 de valoración), reclamado por todo el Palau, cambió el partido. El despliegue físico de los azulgranas no tardó en imponerse a los canarios. Un triple y dos tiros libres del ala-pívot norteamericano decantaron la balanza a favor de los azulgranas al final del primer cuarto (21 – 19).
La contundencia en la pintura de James Nnaji y la inspiración en el tiro de Jabari Parker aumentaron momentáneamente la ventaja azulgrana, llegando a ponerse hasta siete puntos por encima (la mayor ventaja hasta el momento). Sin embargo, las desconexiones puntuales en defensa desesperaban a Roger Grimau, que paró el partido cuando los tinferños volvieron a acercarse en el marcador. Oriol Paulí volvió a disfrutar de minutos entrando por Darío Brizuela a cuatro minutos de llegar al intermedio. El acelerado ritmo del partido desembocó en una caída en picado del acierto por parte de ambos equipos durante los últimos minutos del cuarto. Tras la bocina, el Barça se fue al vestuario cinco puntos por encima del Lenovo Tenerife (40 – 35).
Los azulgranas salieron con hambre tras el descanso; un triple de Laprovittola -que llegó a las 1.000 asistencias en la liga-, una gran acción individual de Satoransky y un mate de Vesely puso el +13 en el marcador (mayor ventaja del partido). Sin embargo, los canarios no se iban a rendir tan fácilmente y seguían peleando para recortar distancias.
A falta de cuatro minutos para el final del tercer cuarto, la ventaja se redujo tan solo a seis puntos y Roger Grimau detuvo el partido de nuevo con otro tiempo muerto. Vesely, que no había tenido mucho protagonismo hasta el momento, se puso a tono en el tercer cuarto (8 puntos, 7 rebotes, 7 asistencias y 16 de valoración) y explotó con un mate que acabó en técnica tras celebrarlo con rabia colgado del aro.
Las jugadas no acababan de completarse con éxito por parte de los de Roger Grimau, y Lenovo Tenerife no desaprovechó para volver a ponerse a tan solo una canasta por detrás. El mate de Nnaji y el triple de Jokubaitis (13 puntos, 3/3 en triples y 17 de valoración) no fueron suficientes para mantener a los canarios más de cuatro puntos por detrás al final del tercer cuarto (62 – 58).
El último cuarto prometía emociones fuertes; el Barça ponía tierra de por medio a base de triples, pero la inteligencia en el movimiento de balón por parte de los canarios los mantenía con vida. El vendaval azulgrana desde el perímetro parecía no tener fin; Willy, Da Silva y Kalinic y Jokubaitis por partida doble fueron los autores de los seis triples que certificaron la superioridad culé en los últimos minutos.
El punto y final al partido no lo podía poner otro que no fuera Jabari Parker (MVP del partido) que, con un triple a tabla desde la bocina, cerró el marcador con un 94 – 83. Vigesimoséptima victoria seguida del Barça en casa, que no conoce la derrota en el Palau desde el mes de abril. Los azulgranas tienen la oportunidad de prolongar la racha el próximo viernes en una nueva velada europea ante el Valencia Basket.