Dicen que año nuevo, vida nueva. No es el caso del Barça, que tras un 2022 invictas en casa, como propósito para este año 2023 se han propuesto seguir sin conocer cuál es su techo. En la previa del partido, Jonatan Giráldez dijo que aún no habíamos visto la mejor versión de su equipo, y es que el fondo de armario de la plantilla realmente da para pensar que el cielo es el límite.
El partido inició de acuerdo con el guion esperado; con dominio de las azulgranas y con las sevillistas esperando en campo propio. Tras varias jugadas que no acabaron de concretarse dentro del área, Rolfö envió un misil contra el poste en el minuto 9 tras una internada por la izquierda. Ese disparo fue el primer aviso de las azulgranas, quienes no acostumbran a perdonar dos veces.
Justo dos minutos después, en el 11’ de partido, Crnogorcevic encontró a Oshoala entre la desajustada defensa sevillista y, sin pensárselo dos veces, la delantera nigeriana ejecutó a Sullastres sin piedad con un cañonazo colocado arriba. El tanto no solo abría la lata, sino que también significaba el primer gol del FC Barcelona de este 2023.
El hambre de Oshoala nunca se sacia con un solo gol, y en el minuto 18 tuvo otro mano a mano, pero, esta vez, la portera sevillista rechazó como pudo su remate. El Barça quería sentenciar el encuentro antes del descanso y, tras una enorme recuperación de Crnogorcevic en campo propio, las de Jonatan Giráldez armaron un contrataque rapidísimo comandado por Clàudia Pina, que con un excelente pase al hueco encontró a Oshoala.
La delantera nigeriana galopó con el balón por la derecha hasta línea de fondo para dar de nuevo con Pina, que finalizó una contra perfecta con un disparo raso por la izquierda para poner el 2 a 0 en el marcador en el 34 de partido.
En la última jugada antes del descanso, una confusa acción dentro del área pequeña acabó en manos de Eva Llamas. Sin embargo, Pina no pudo convertir el tiro desde los once metros, que se fue directo contra el palo.
Los cambios surgieron efecto; en el minuto 70, Salma Paralluelo se escapó por la izquierda para acabar reventando el balón por la escuadra izquierda de la portería de Sullastres.
Un cuarto de hora antes del final, Giráldez siguió moviendo el banquillo e introdujo a Engen y Bruna por Walsh y Oshoala. Justo dos minutos después de los últimos cambios, llegaron las malas notícias en forma de lesión. Ingrid Engen, que acababa de entrar, se rompió sola en el centro del campo y tuvo que ser asistida para retirarse del terreno de juego.
Para intentar quitarle el mal sabor de boca a los más de 5.000 aficionados en el Johan Cruyff tras la lesión de Engen, Salma volvió a aparecer para empujar en el 83′ un pase de la muerte de Aitana y poner el 4 a 0 en el marcador.