Temblores y sudor, seguramente, era lo que experimentaban los jugadores del Barça Basket en las horas previas al choque de altura contra el Valencia en el Palau. La tétrica derrota 48 horas antes contra el Baskonia pesaba y mucho en los ánimos del combinado de Grimau, que veían como su confianza había experimentado otro giro en la montaña rusa que supone la temporada.

El baloncesto es así. Mientras los futbolistas se quejan de descansar un día menos que el rival en un intervalo de semana, el Barça se tuvo que resarcir de una derrota por más de veinte puntos de margen y presentarse ante su gente menos de dos días después contra uno de los equipos más sólidos de la Euroliga. Partido de alta tensión entre los blaugranas, segundos en la tabla (12 puntos) y los ‘taronjas’, que se están aferrando con anhelo a su inesperada participación en el campeonato este año y consolidando como el equipo revelación en el cuarto puesto (10 puntos). Las bajas, Michael Caicedo del lado azulgrana y tanto Jared Harper como Martin Hermannsson en el cuadro valenciano.

Satoransky, en un cara a cara con Chris Jones. Fuente: @FCBbasket

El precedente contra el Valencia tampoco era muy halagüeño para los culés, que ya se marcharon de su visita a la Fonteta en ACB el pasado 29 de octubre con una apretada derrota en la maleta (71-68). Ambos equipos llegaban al encuentro habiendo perdido en Euroliga (verdugos de la casa, Baskonia y Real Madrid respectivamente) y echando vistazos no muy disimulados a sus perseguidores en la clasificación.

Sonó la bocina en el Palau Blaugrana y Da Silva ganó el duelo inicial para asistir a Laprovittola, que fallaba desde la línea de tres en lo que sería un presagio de la suerte del Barça el resto del partido. Puerto ponía a su Valencia por delante como respuesta, hasta que llegó Vesely a imponer la ley en su feudo y sacó canasta y libre en una gran jugada individual. Los azulgranas, inaugurando otra tendencia, estuvieron esta vez muy sólidos en las recuperaciones con Da Silva como imperial estandarte, y un triplazo de Laprovittola -de los pocos que les entraron a los culés- pusieron distancia para los locales en el marcador.

Jabari Parker sigue sumando galones. Fuente:@FCBbasket

Las decisiones arbitrales tras tensas revisiones marcaron el lento trascurrir del primer cuarto, con un pabellón en pie que pitaba airadamente el parecer de los colegiados. El ambiente, que se caldeaba por momentos, presenció un intercambio constante de puntos en el que incluso Willy -vitoreado por supuesto por la afición, conocedora de su quimera- anotada sus dos tiros libres. El final del primer cuarto (25-16) daba una momentánea y holgada superioridad al Barça, distancia que se disiparía con los errores de puntería de los de Grimau en el segundo cuarto.

Tres ataques y recuperaciones seguidas de los blaugranas sin conseguir anotar en ninguna de ellas alentaron los ánimos de la afición visitante, que comenzó a darse cuenta de que la película estaba cambiando. El parcial de 0-6 en apenas un minuto minó la confianza de los jugadores del Barça frente al aro, excepto un Vesely que seguía a lo suyo (13 puntos y pleno de aciertos en intentos y tiros libres). Al vestuario con 37-33.

Un empujón de Jabari a Xabi López mientras anotaba de tres erradicó por primera vez la superioridad blaugrana en el marcador, con un punto menos. El propio Parker arreglaba el descosido con otro triple, y a partir de ese momento un continuo vaivén de puntos hacía bambolear al luminoso entre el empate y el Barça arriba. Parker volvió a vestirse de faro de los desesperados y, arremangado con Willy, devolvía a los culés algo de oxígeno en unos minutos de completa locura.

El checo, uno de los más queridos por los cánticos del Palau. Fuente: @FCBbasket

El Valencia conseguía de nuevo ponerse por delante al arrancar el último cuarto (54-56), y Willy se colgaba del aro para devolver el empate. De poco sirvió con la débil defensa de la siguiente jugada, que permitió a los ‘taronjas’ volver a tomar la iniciativa cómodamente. Un vaivén como el vivido en el tercer cuarto en el que Jabari y Willy volvieron a ser los jugadores más determinantes, en los momentos en los que los destellos individuales se volvían imperantes.

La solidez en recuperaciones que había exhibido el Barça durante la primera parte se esfumó, motivo principal de la frecuente pérdida de balones divididos que arrastraban a puntos visitantes. Sin embargo, situaciones como la vivida este viernes en el último cuarto son las que sacan a relucir la épica de este vestuario, y Abrines y Kalinic se marchaban a ocho puntos desde la línea de triple para respirar por fin una bocanada de aire fresco cuando faltaban dos minutos para el pitido final.

Vesely clausulaba el espectáculo vivido en el Palau con un mate propulsado por la pasión y la rabia competitiva, como acostumbra el checo. Y el Barça conseguía así llevarse la importantísima victoria (74-70) para no descolgarse, con 14 puntos, del líder blanco (16).