Gerard Piqué es uno de los personajes más extravagantes de la historia reciente blaugrana. Pero esta noche no necesitaba ser excéntrico para que le alumbraran los focos, para que le enfocaran los flashes: todas las miradas iban dirigidas hacia él. Los 92.605 espectadores que se reunían hoy en el Camp Nou querían ser partícipes de un momento histórico; presenciar el último baile de uno de los mejores centrales de la historia. Piqué se retira del fútbol, tras 30 títulos y 15 años en el club culé, en una victoria plácida.
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No podía ser de otra manera: Piqué sería, junto a Marcos Alonso, quien defendería la portería de Ter Stegen por última vez. Sus amigos Alba y Busquets lo acompañarían, junto a Balde, Frenkie y Pedri. En la delantera, Ferran tendría su reválida, tras sus buenos minutos en los últimos encuentros, junto a Lewandowski y Dembélé. Por parte del Almería, Akieme y Chumi regresaban al Camp Nou, acompañados de Ely, Kaiky y Mendes. El centro del campo lo formaban Melero, Samu y Robertone y Ramazani y Baptistao se encargarían de los goles.
El partido comenzaba con un dominio absoluto del Barça, ante un Almería replegado en defensa de cinco. Durante los primeros 5 minutos, el Almería no tocó ni una sola vez el balón. Pedri ocupaba hoy la banda derecha, para juntarse con Dembélé, con un Ferran muy activo en el lado contrario.
La suerte le sonreía al Barcelona desde los primeros minutos. Una mano dentro del área visitante permitiría a Lewandowski adelantar a los suyos. Pero el balón salió rozando el palo y los culés se decepcionaron por partida doble: por el fallo y porque la pena máxima no la ejecutara Piqué.
El dominio, pese a ello, seguía siendo apabullante. Sin embargo, una acción en el minuto 27 serviría para romper la hegemonía culé en el partido. Ramazani al espacio complicó a un Ter Stegen que, pese a salir tarde a tapar, atajó el mano a mano. Aún así, Ferran por partida doble volvían a meterle el miedo en el cuerpo al Almería.
La primera parte terminaba con múltiples ocasiones para los culés, sin que se convirtieran en gol. Pedri, Lewandowski y Dembélé gozaron de tres tres remates claros de cabeza y Frenkie recibió un par de veces en la frontal en situación de peligro. Sin efectividad, al equipo le tocaba remar en la segunda mitad.
- La segunda parte comenzaba con cambios en el equipo visitante. Sousa y Babic entraban para sustituir a Kaiky y Baptistao. Pero, las sustituciones no le sentaron bien al Almería: Dembélé, tras una gran conducción, definía al segundo palo para adelantar a los suyos en el partido. Aunque, minutos más tarde, tuvo la ocasión de de anotar el 2-0. Tras una gran jugada individual, el francés se complicó en el remate. Pero quien sí lo convertiría sería frenkie, en el minuto 17 de la segunda parte, en un rechace tras remate de Ansu. El partido se le ponía muy de cara a los de Xavi.
(Photo by David S. Bustamante/Soccrates/Getty Images)
En el minuto 70, Raphinha sustituía a Dembélé y Gavi a Busquets, pero el guión del partido seguía siendo el mismo: dominio absoluto culé. Con más de 70% de posesión y la mayoría de las ocasiones del partido, parecía muy improbable la remontada visitante. Y, entonces, salió Christensen a calentar. El Camp Nou comenzaba a mentalizarse: esos serían los últimos minutos de Piqué como azulgrana.
Minutos más tarde, sucedió. El asistente mostró el número tres en su tablilla y el estadio se cayó por completo. Emocionado, Piqué se retiró del terreno de juego y se despidió del Camp Nou para siempre. Así, con victoria, el central se fue vitoreado, manteado, ovacionado. Entre lágrimas, Piqué declaró su amor al club y prometió volver. Porque su despedida no es para siempre, pero su legado es eterno.