Uno de los pocos alicientes que tenía el viaje del Barça a Pilsen era poder ver a los jugadores menos habituales, algunos incluso debutando, como fue el caso de Iñaki Peña y también del futbolista que nos ocupa en estas líneas: Marc Casadó.

El centrocampista del filial entró de forma un tanto inesperada por culpa de la lesión de Franck Kessié, excusa que le sirvió para jugar sus primeros minutos con el primer equipo en partido oficial. Casadó ya había participado en algún amistoso de pretemporada, además de entrar en convocatorias recientes, postulándose como la alternativa para el lateral derecho cuando Jules Kounde y Héctor Bellerín estaban lesionados. Sin embargo, por primera vez se ubicó en el pivote defensivo, su posición habitual en el Barça Atlètic en el presente curso. Con Busquets en Barcelona, tuvo una fugaz, pero, más que importante oportunidad para demostrar su valía, nada más y nada menos que en la Champions League.

Casadó jugó ante el Viktoria 23 minutos, durante los cuales tocó 35 balones, realizó 26 pases (de 29 intentos) y ganó 3 duelos (dos en el suelo y uno aéreo). Sin tener una transcendencia abrumadora en el juego, no desentonó, que teniendo en cuenta la posición en la que se ubicaba ya es mucho decir.

Tras el encuentro, Xavi señaló en sala de prensa que: “Es un futbolista que a mí me gusta, me gusta por que compite. Puede jugar de lateral, incluso de central en caso de emergencia. Es un pivote que da equilibrio, gana duelos, es bastante pulcro con balón y es ganador; me gusta, especialmente”.

El técnico de Terrassa dejó claro que es alguien en quien confía y tiene puesto un ojo especial. De hecho, hace unas semanas también destacó su alma competitiva y Rafa Márquez ha declarado en más de una ocasión que por su actitud y comportamiento le recuerda a Gavi.

 

Foto: AFP

En el filial se ha convertido en un jugador fundamental para el engranaje del equipo. A pesar de ser muy joven (19 años), está compitiendo muy bien ante equipos rocosos y físicamente exigentes en la Primera Federación. De hecho, sin destacar por su envergadura, es un jugador muy inteligente con y sin balón, con una lectura e interpretación del juego más que notable.

Marc Casadó Torras, de Sant Pere de Vilamajor, es un jugador que gusta a Xavi y que llama a la puerta de la competencia en una de las posiciones más complicadas que hay en Can Barça. De lo que puede pasar en el pivote defensivo, ya hablaremos otro día.