Inocente, inseguro, acongojado. El filial del Barça no supo competir el partido ante un Castellón con muchas más tablas y más recursos. El equipo albinegro, muy trabajado y con las cosas claras, supo en todo momento dónde buscarle las cosquillas a un Barça que se vio superado en casi todas las fases del partido.

A pesar de presentar Barjuan un once inicial reconocible, con el único cambio de Álvaro Sanz por Matheus, el equipo no encontró las asociaciones y la confianza en los compañeros que se presuponen. El partido empezó caótico, trabado, con poca claridad en campo rival por parte de los dos equipos, pero pronto emergió la figura de Pablo Hernández, mítico exjugador de Leeds, Swansea y Valencia.

El castellonense se adueñó de la fase ofensiva del equipo local, y empezó a encontrar la espalda de la línea defensiva constantemente a través de los desmarques de unos extremos muy potentes. El 4-1-4-1 en defensa del Barça, que dejaba a Jandro encargado de apagar los fuegos que iba generando Hernández, no surtió efecto.

En salida de balón tampoco estuvo acertado el Barça, con pérdidas en campo propio que generaban situaciones de mucho peligro cerca del área de Carevic, titular ante las ausencias de Tenas por lesión y Peña por estar convocado con el primer equipo. Koné destrozó la espalda de Guillem Jaime, y después de chutar al palo en el minuto 20, terminó empujando un balón buenísimo de Hernández en el 36.

Koné anotó un doblete para el Castellón | FC Barcelona B

En la segunda mitad lo siguió intentando el Barça, y Barjuan quiso darle aire al equipo con Abde, Aranda y Álvaro Sanz, pero cuando intentaban reaccionar, una esperpéntica jugada a balón parado terminó con un balón tocado desde el suelo que enganchó de nuevo Koné para poner el 2-0. El segundo tanto certificaba el partido nefasto del Barça B, que siguió apocado en el juego salvo contadas excepciones.

Abde lo intentó en el uno contra uno, normalmente sin éxito y con poca determinación, y la incapacidad del equipo terminó en una precipitación en los últimos metros que no permitió al filial crear ocasiones claras. La entrada de Ilias Akhomach a falta de 25 minutos para el final fue la mejor noticia para el filial. Ilias, a pesar de salir algo acelerado, hizo gala de su talento y fue el único que se esforzó en disputar los balones a un Pablo Hernández que completó una absoluta exhibición.

Derrota sin paliativos de un Barça B que tira por la borda la buena dinámica que había generado con los dos últimos encuentros. La próxima semana recibirán en el Johan al Andorra, otro de los equipos con un proyecto prometedor que les pondrá las cosas muy difíciles.