De Roma y Liverpool se debieron aprender muchas cosas, entre ellas, defender los córners. Después de las pesadillas europeas en las que al menos, un gol en contra de la eliminatoria fue de esta forma, ya sea por inteligencia del contrario o por falta de concentración propia, los culés casi vuelven a caer en la trampa.
Fueron varias veces las que el Nápoles sacó de esquina en los minutos finales, y tras la expulsión de Arturo Vidal que dejaba al Barça con 10 jugadores, los italianos quisieron aprovechar la presión para irse con un mejor marcador a Barcelona. Ter Stegen, en repetidas ocasiones, sacó su lado más furioso para que a sus compañeros en el área no se les ocurriera tener el mismo despiste que hace unos meses. En su grito, alertó a Junior Firpo, quien cuajase un pésimo partido, y que parecía desolado con los brazos en la cintura. Semedo volvía caminando de espaldas, tal y como hiciese Jordi Alba en Anfield, y algunos jugadores como Busquets, Umtiti o Arthur, estaban más pendientes del marcador que del marcaje al hombre. Estos dos pequeños sustos quedaron en anécdotas, por suerte. Gracias a la alerta del héroe alemán, los jugadores del Barça no volvieron a ser ‘memes’ en el fútbol, pero cerca estuvieron de repetirlo. Sin duda, una de los errores a tener más en cuenta.