Después de sumar dos victorias consecutivas, la Real Balompédica Linense se presentaba como un rival de máxima igualdad para el Barça B, empatado a puntos en la clasificación e igualmente inmerso en una buena dinámica de resultados. Sergi Barjuan recuperó para la ocasión algunos internacionales ausentes en la anterior jornada, y apostó por un once incial formado por: Arnau Tenas en portería; Diounkou, Arnau Comas, Mika Mármol y Balde en defensa; Matheus, Lucas De Vega y Nils Mortimer en el centro del campo; Abde, Jutglà y Fabio Blanco en la delantera.
El fuerte viento se hizo notar desde el comienzo y no cesó durante todo el encuentro. En los primeros veinte minutos el dominio fue blaugrana y pese a no gozar de ocasiones claras, los visitantes consumieron más balón y vivieron constantemente en campo rival; circulando con fluidez de forma horizontal y esperando algún desajuste de la defensa rival. Abde lo intentó tras un buen pase al espacio de Matheus, que a punto estuvo de significar el primer gol del encuentro.
Pero, ni el tiempo ni la suerte acompañaron al Barça y el Linense se adelantó en su primera aproximación en el partido. Víctor Mena aprovechó la pasividad defensiva de Fabio Blanco para rematar a placer dentro del área y batir a Arnau Tenas. Tras el gol, el Barcelona perdió el control del esférico y los locales pudieron aumentar el marcador de no ser por las intervenciones del guardameta vigitano, nuevamente providencial.
La segunda parte no dio demasiado de si, pero aguardó un final épico para los catalanes. Los locales intentaban hacer de cada segundo un minuto y ralentizando cada acción e imposibilitando una reacción visitante que hasta el último tramo de partido parecía imposible.
Sergi intentó agitar a su equipo con hasta 5 relevos y un cambio de sistema que resultó fructífero. Gerard Fernández “Peque”, que entró por Fabio Blanco, fue el artífice de la remontada, anotando el gol del empate y forzando el penalti que supondría el gol de la victoria. El de L’Hospitalet puso un buen balón para que el recién ingresado al campo, Jordi Escobar, rematara de primeras, forzando la intervención del guardameta local, que desvió el balón a córner. De ese mismo saque de esquina nació el primer gol culé: Peque marcó, rematando un balón mal desviado por parte de la defensa e inauguró unos últimos minutos de locura épica para el filial.
Tras el empate, el Barça B se lanzó con a por el tanto de la victoria con hasta cuatro delanteros en el verde y esta vez la suerte se decantó del costado visitante. En el 94, Peque cayó dentro del área cuando intentaba rematar un centro de Matheus. El árbitro no lo dudó e indició penalti, pese a las protestas de los jugadores del Linense. Ferran Jutglà asumió la responsabilidad del momento, chutó y transformo la pena máxima, logrando el tanto de la victoria en la última acción del partido.
Tres puntos de oro que permiten al filial blaugrana escalar hasta la décima posición de la clasificación, colocándose a cinco puntos de la zona de promoción de ascenso y alejándose siete de la zona de descenso. El panorama ha dado un giro radical en las últimas tres jornadas, con tres victorias que permiten soñar en un tramo final de temporada sin complicaciones y con mejores sensaciones.