Ronald Koeman ha pasado de pedir con urgencia el fichaje de un central al inicio de temporada a tener una importante cuestión encima de la mesa: ¿Cuál es la mejor pareja de centrales posible? La irrupción de Mingueza, la recuperación de Umtiti y la consolidación de Araujo han provocado que el técnico deba tomar decisiones difíciles en el centro de la zaga.

El aciago encuentro ante el Atlético de Madrid el pasado día 21 de noviembre encendió todas las alarmas en el club blaugrana. Gerard Piqué sufría, en una acción fortuita con Ángel Correa, una torcedura de rodilla que posteriormente se confirmó como rotura del ligamento interno de la misma. Este hecho no fue más que el inicio de un calvario de lesiones en la defensa al que se sumaron, posterior y escalonadamente, Sergi Roberto, Araujo y Lenglet, aunque el francés no se llegó a perder encuentros completos.

Las dificultades en defensa obligaron a Ronald Koeman a buscar efectivos en el filial del club, y el elegido fue Óscar Mingueza. El canterano era el único central del filial elegible para disputar encuentros de Champions League, y su madurez y polivalencia seguramente acabaron decantando la balanza para que fuese el elegido. Lo que nadie se esperaba es que su rendimiento no ha tenido nada que envidiar al del que debería haber asumido el control de la defensa, Clément Lenglet.

 

Lenglet y Piqué, durante la pretemporada | Getty Images

 

El bajón de rendimiento del central zurdo, que le valió la suplencia en la pasada victoria ante la Real Sociedad, ha abierto un escenario en el que todas las combinaciones son posibles, máxime con el excelente nivel que mostró la pareja Araujo-Mingueza. El Barça encontró una sensación de solidez defensiva, al menos durante la primera mitad, de la que no había rastro desde el inicio de la campaña. Cierto es, sin embargo, que la presión alta del Barça hizo que el equipo recuperase el balón más arriba y por tanto que ambos tuviesen un nivel de exigencia menor.

Por si fuese poco, llegó el invitado sorpresa: Samuel Umtiti, como el propio Koeman afirmó, ha mejorado mucho físicamente y está preparado para competir, con lo que la plantilla queda con dos laterales zurdos (Lenglet y Umtiti) y dos diestros (Araujo y Mingueza). A esta ecuación debería sumarse a partir de marzo, si las cosas van según lo previsto, Gerard Piqué, que acortaría los plazos iniciales de su lesión.

En un escenario donde la llegada de Eric García parece económicamente inviable, el Barça afrontaría el final de temporada con hasta cinco jugadores en ritmo de competición. Entonces surge la siguiente cuestión: ¿Cuál es la pareja ideal? Parece que Umtiti podría contar con algunos minutos, pero todavía necesita recorrer un largo camino para recuperar la titularidad. Si la idea del técnico es salir con dos perfiles distintos, zurdo y diestro, seguramente la opción más fiable sería la pareja Araujo-Lenglet, aunque por rendimiento Mingueza merece ser titular.

 

Mingueza y Araujo se felicitan por una acción | Getty Images

 

Lo que sí que parece obvio es que cortar la progresión de Araujo como central derecho no es una opción que considerar, y por tanto el charrúa debería acumular la mayoría de los minutos en esa posición. El regreso de Piqué pondría en jaque este hecho, pero se prevé que el catalán necesitará algún tiempo para volver a estar en buena forma y la alternancia sería la mejor opción. Por otro lado, Mingueza, a pesar de ser diestro, es perfectamente capaz de sacar el balón desde el perfil izquierdo y aporta un plus de claridad y jerarquía con balón que Lenglet parece haber perdido. Además, los dos recién ascendidos del “B” se conocen y se entienden a la perfección (jugaron juntos más de 10 encuentros con el filial), una química que no se ha visto con Clément.

Por todo esto, Koeman tiene varias opciones dependiendo de lo que quiera conseguir, pero visto el liderazgo de Ronald Araujo, seguramente la opción más recomendable en una temporada de transición sería consolidar la pareja Araujo-Mingueza. Todo parece indicar que, si hay ofertas, Umtiti saldrá del club, y Gerard Piqué enfrenta ya el ocaso de su carrera. Es el momento de consolidar a la nueva generación. Con la llegada a coste cero de Eric García en verano, que también es capaz de desenvolverse en ambos perfiles, la nómina de centrales estaría más que cubierta. Lo que el club necesita ahora es convertir el futuro en presente.