Es extraño ver a Messi pronunciarse fuera de los terrenos de juego y menos para expresar sus emociones. Lo hizo en una entrevista muy personal para La Sexta hace un par de semanas, donde el argentino fue claro y conciso en los temas que lo requerían y no tanto donde le conviene no serlo. Sin embargo, su expresión facial y el lenguaje no verbal ayudaron a descifrar las preferencias de Leo acerca de varios compañeros, entrenadores, presidentes o candidatos y, por el contrario, su rechazo hacia otros.

En el césped sucede algo similar. Messi es transparente en cuanto a sus sentimientos. Su semblante muestra claramente la situación personal vivida por el astro argentino en cada momento. Durante el final de la pasada temporada Messi no era feliz. Durante el inicio de esta tampoco lo era. Ahora, tras haber desechado todos los males en los micrófonos, estamos presenciando no solo como Messi está recuperando su mejor versión sobre el terreno de juego, sino también como cada día que pasa está más feliz y cómodo sobre el mismo. Messi está recuperando la ilusión, y esa ilusión viene dada en parte por lo que le rodea.

Leo perdió a su mejor amigo en el vestuario con la marcha de Luis Suárez al Atlético de Madrid, además de a su socio principal sobre el campo junto a Jordi Alba. Messi necesita socios, jugadores que le entiendan y lean el fútbol de la misma manera que él. Y ahí es donde entra en escena Pedri. El canario no solo está deslumbrando al aficionado blaugrana, sino que está sorprendiendo al propio Leo, con el que se entiende de maravilla sobre el terreno de juego. Palabras mayores para un chaval que acaba de cumplir recientemente la mayoría de edad.

Messi celebrando un gol junto a Pedri. Fuente: Getty

 

El 10 y la joven perla canaria han compartido 901 minutos sobre el césped durante la presente Liga, el séptimo jugador que más lo ha hecho de la plantilla. En cambio, Pedri es el cuarto jugador que más ha buscado Leo Messi, solo por detrás de Busquets, De Jong (jugador con más minutos esta temporada) y Jordi Alba, su socio habitual. Y no solo eso, sino las sensaciones. El fútbol de ambos fluye, hablan el mismo idioma. Pedri ha recuperado la ilusión de Messi o, mejor dicho, Pedri se ha convertido en el argumento futbolístico más importante del FC Barcelona para retener al mejor jugador de la historia.

Del mismo modo, lo que posiblemente atraiga a Messi es la actitud trabajadora, humilde y respetuosa que mantuvo desde el primer día que aterrizó en Barcelona. La misma que tuvo cuando él mismo vino de Rosario hace ya tantos años, y similar con la que Ansu Fati tiró abajo la puerta del Camp Nou la pasada temporada. Que la irrupción de Pedri no nos haga olvidar del talento generacional que mostró que puede ser el joven canterano del Barça, que debutó con solamente 16 años y que lamentablemente seguirá lesionado un par de meses más. Messi ya le echa en falta y espera contar pronto con Ansu Fati y la relación tan especial que tiene este con el gol.

Messi celebrando un gol junto a Ansu Fati. Fuente: Getty

 

El Barça del futuro se tiene que construir en torno a dos figuras jovencísimas como Pedri y Ansu Fati. Dos chavales que ya tienen el beneplácito de Messi y que pueden ser claves para que decida renovar y continuar su historia de amor con el FC Barcelona. De momento, ambos ya han conseguido que recupere la ilusión, que no es poco. Qué mejor y mayor reto que pasarles la antorcha y ayudar a que la transición posterior a su marcha sea lo menos pronunciada posible. Debe de ser el último objetivo que agrande el legado del mejor futbolista de la historia.