Después de cuatro temporadas en Barcelona y con todavía solamente 23 años, Ousmane Dembélé ha encontrado la continuidad y la importancia que se le llevaba demandando desde su llegada a la ciudad condal. Sus primeros meses estuvieron marcados por las lesiones y los problemas físicos que impidieron ver al francés con regularidad sobre el terreno de juego. De hecho, la situación se fue agravando y repitiendo durante los próximos años, llegando a tener hasta nueve lesiones musculares diferentes desde que fichase en agosto de 2017 por el FC Barcelona.

Ahora la situación es distinta. Dembélé por fin ha dejado atrás los problemas físicos y está teniendo la continuidad que demandaba el aficionado para poder descubrir el verdadero potencial del futbolista, que si bien había dejado destellos de su calidad, no lo había hecho de forma prolongada en el tiempo. El extremo galo ha jugado 15 partidos en la Liga, donde ha sido titular en 10 de esos encuentros, anotando dos goles y repartiendo dos asistencias. Sus números en Champions son aún mejores. En los cuatro partidos en los que ha participado (dos titularidades), Dembélé ha marcado 3 goles y ha repartido otras dos asistencias.

Ousmane Dembele durante el partido ante el Athletic. Fuente: Getty

Sus números no son de otro mundo, ya que el valor de Dembélé no está en su eficacia de cara a portería, sino en el desequilibrio constante que genera en banda. Y eso es precisamente lo que ha acabado convenciendo a Koeman. El técnico neerlandés no apostó con regularidad por él hasta mediados del mes de octubre, pero ha acabado asentándose por delante de otros como Coutinho, que empezó la temporada de titular, y de Trincao, que contaba con más oportunidades desde el principio. De esta manera, Dembélé ha pasado de ser un simple jugador de rol a convertirse en titular y ser una de las principales bazas ofensivas del Barça.

La tendencia que está siguiendo Ronald Koeman durante las últimas semanas ya no es tan volátil como al principio, y tras varios meses llenos de probaturas, cada vez tiene más claro cuál es su once titular. En ese once está Ousmane Dembélé, que justo a Messi y Griezmann se ha convertido en el tercer intocable del técnico para la delantera de las grandes citas. Los próximos compromisos ante Sevilla y PSG aclararán si las preferencias siguen siendo las mismas y si Dembélé sigue aprovechando las oportunidades y la continuidad para convertirse en el jugador que se fichó hace cuatro veranos.