Hablar de Marc André Ter Stegen es hablar de uno de los mejores porteros del mundo que hay en el panorama futbolístico actualmente. Dentro de poco, pasará a ser uno de los jugadores más veteranos de la plantilla si se producen algunas marchas y, quién sabe, si podremos verle luciendo el brazalete de capitán. Para los culés sería un auténtico orgullo, no solo porque ha salvado (y lo sigue haciendo) al Barça en muchas ocasiones con sus espectaculares paradas, también por la actitud de líder que tiene dentro del vestuario y que demuestra en cada jornada bajo palos.

Ahora mismo no es algo de lo que el conjunto blaugrana pueda presumir, pero Ter Stegen en el partido de Champions frente al Dinamo de Kiev alcanzó los 100 partidos sin encajar ningún gol desde su llegada a la Ciudad Condal en 2014. Además, tras su operación de rodilla este año, fue el primer partido que consiguió un “clean sheet”. Koeman siempre tuvo claro que el alemán sería el encargado de defender la portería azulgrana, una idea que ni el buen rendimiento de Neto pudo cambiar.

Ter Stegen salva al Barça. Fuente: All Football
Ter Stegen salva al Barça. Fuente: All Football

Ter Stegen se ha ido convirtiendo, con el paso de los años, en uno de los pesos pesados del vestuario. Sus compañeros hablan maravillas de él, como jugador y como persona. No solo se encarga defender la portería sino que también acoge a los jóvenes que vienen nuevos al equipo y también ayuda a los que no dominan el idioma cuando fichan por el Barça. La marcha de Claudio Bravo le hizo dar un paso adelante y ser el titular, desde entonces, nadie le ha discutido el puesto.

Ha dejado entrever su deseo por retirarse en Barcelona, o por lo menos estar varios años más. Entre las extrañas renovaciones que salieron a la luz, destacaba la suya hasta 2025, lo que hará que el alemán continúe remando a contracorriente con un equipo lleno de altibajos. Pocos jugadores son los que están rindiendo a un buen nivel esta temporada, o mejor dicho, los que están siendo, más o menos, regulares y uno de ellos es él. Cualquiera diría que volvió un mes más tarde que el resto.

Araujo y Ter Stegen se abrazan al terminar el encuentro. Fuente: Getty Images
Araujo y Ter Stegen se abrazan al terminar el encuentro. Fuente: Getty Images

El equipo no acompaña y la situación tampoco, pero el guardameta sigue siendo él mismo. Se deja la vida en cada parada. Vuelva, se estira, se convierte en portero de balonmano. Siente el escudo y eso nadie lo puede negar. Cuando tiene la oportunidad sale a dar la cara y cuando no, nos hace llegar su mensaje mediante sus redes sociales, como hizo tras el desastre contra el Bayern de Munich: “No quiero buscar escusas porque no las hay. Definitivamente, tenemos que cambiar”, decía en el post, un cambio que está en proceso, con Marc André Ter Stegen a la cabeza del equipo.