El Camp Nou se engalonó para presenciar un choque liguero de altura entre el Barça y el Sevilla. Los culés se llevaron la victoria por un gol a cero gracias a una genialidad del Golden Boy Pedri González en el minuto 71, y se posicionan segundos en la tabla de La Liga con 57 puntos y un partido menos que los equipos colindantes.

La afición se estremeció en el primer minuto por un susto de Busquets, que tuvo que ser atendido por los servicios médicos y finalmente pudo continuar. El equipo jugó una buena primera parte de mucha superioridad blaugrana, que impuso sus ideas y su partido. Sin suerte de cara a portería, el Barça no se fue con un marcador favorable al descanso más por demérito de los delanteros que por el fútbol sevillista.

 

El equipo celebró con euforia el golazo del mago. Fuente: Getty Images

En la segunda mitad, los culés salieron a llevarse los 3 puntos ante un público cada vez más entregado y disfrutaron de ocasiones cada vez más claras, con un sublime Bono que impidió que el resultado fuese más abultado. Los de Xavi mostraron un fútbol espectacular en el ecuador de la segunda parte, con una doble ocasión de mucho peligro en el culminado con un golazo de Pedri desde la frontal del área y dejando a dos rivales en el suelo. El canario fue nombrado jugador del partido tras otro recital con una calidad y un desparpajo más propios del patio de un colegio que de un estadio en la élite.

En cuanto a los cambios realizados por Xavi, salieron Gavi y Memphis por Frenkie y Aubameyang, y finalmente Nico jugó los 4 minutos de descuento para sustituir a un Dembélé cada vez más entregado al equipo.

Piqué está encontrando su mejor versión. Fuente: Getty Images

En definitiva, el Barça demostró que El Clásico no fue un espejismo y exhibió un estilo de juego reconocible, con la alta presión de Aubameyang y Frenkie a Bono y la apuesta por la defensa con balón como claves. La defensa se mostró muy sólida, y Piqué sigue demostrando día a día estar entre los mejores centrales del  mundo.

Algunos aspectos a mejorar a raíz de lo visto en el Camp Nou sería la recepción de los centros de Ousmane, que muchas veces no encontraban remate y con un Ferran desacertado de cara al gol.

La abundancia de chutes desde el borde del área tuvo premio y el Barça se consiguió encontrar con la portería para plasmar su juego en un resultado merecido. Un Pedri estelar y un Xavi como director de orquesta asientan a los blaugranas en puestos de Champions señalan el camino hacia… ¿por qué no? El título liguero.