Once temporadas son ya las que han pasado desde que Jordi Alba llegara procedente del Valencia, allá por 2012. Desde entonces, 450 partidos con la elástica azulgrana y capitán del club de su vida a sus casi 34 años.

La incipiente necesidad por renovar la plantilla provocó que en su día se ficharan laterales que no gozaron de suerte, en su adaptación, ni de las oportunidades necesarias para luchar por la demarcación. Asimismo, hubo canteranos que partieron a otros equipos en busca de más minutos: Marc Cucurella, Juan Miranda, Álex Grimaldo, etc.

Este pasado verano, el lateral de Hospitalet de Llobregat parecía estar con un pie más fuera que dentro. La llegada de Marcos Alonso y la irrupción de Alejandro Balde le llevaron a adoptar un papel secundario, pero que Xavi Hernández consideró relevante. Precisamente, este es el quid de la cuestión: nunca había gozado de una competencia clara hasta el momento.

Jordi Alba es sustituido por Alejandro Balde, en el Mundial de Qatar 2022 || Foto: Youssef Loulidi, vía Getty Images.

Sustituto de garantías
En la entrevista de Universo Valdano expresó que no estaba teniendo los minutos que le gustaría, pero que tenía otro rol, destacando su papel para ayudar a los más jóvenes de la plantilla. También, remarcó que de Luis Enrique había aprendido que se puede ser importante sin jugar. Es entonces, cuando Alba, en la presente campaña, ha demostrado que puede ser un sustituto de garantías para dar paso a la consolidación de Balde.

Su experiencia en partidos máxima exigencia, sigue siendo una baza que el técnico azulgrana toma en consideración para alinear a sus once elegidos. Normalmente, en competiciones europeas, que es cuando gana enteros para salir de la partida. Por otro lado, a partir de los datos de Transfermarkt, se puede evidenciar que Alejandro Balde cuenta con más protagonismo en Liga, con un 76% de posibilidades de salir como titular, mientras que Jordi Alba un 43%.

El tercer capitán no tiene la misma punta de velocidad que caracteriza al llamado a ser su sucesor, pero es un desatascador nato cuando las nubes del escepticismo surgen en zona de tres cuartos. Seis asistencias y un gol por ahora. Las bajas de Ousmane Dembélé y Pedri le restan profundidad al juego y ahí es cuando el lateral se erige como pieza clave para sumar en ataque.

Jordi Alba el gol del 1-0 ante el Sevilla || Foto: David S. Bustamante, vía Getty Images.

Liderazgo y metamorfosis
Frente al Manchester United, precisamente no es que tuviera una gran actuación, ya que, al ser el partido más reciente para el aficionado, suelen prevalecer los recuerdos de los últimos 90 minutos. Con todo y eso, su actitud, implicación y liderazgo caracterizan la metamorfosis que ha tenido a lo largo de la temporada.

Su cartel mundial se basa en la certeza de haber sido uno de los más excelsos, en su posición, de la última década. Su sinergia con Leo Messi y un tándem único. El pase a la frontal sin mirar y las paredes con marca registrada. Difícilmente el argentino ha encontrado, a lo largo de su carrera, un cómplice como el amo y señor del carril izquierdo azulgrana, de los últimos años.

Xavi Hernández ha logrado tener a todos sus efectivos comprometidos para alcanzar los objetivos marcados. Recuperar a Jordi Alba, como líder y capitán que suma, ya es, por sí solo, un gran triunfo.