La temporada no está siendo fácil para Ansu Fati y Ferran Torres. Poca continuidad en el verde y sensaciones dudosas cuando se les ha dado la oportunidad de jugar.

En el caso de Ansu, la mejor noticia es que por fin ha dejado atrás las lesiones, convirtiéndose en el único jugador de la plantilla en participar en todos los partidos del curso (a excepción de Villarreal). Sin embargo, con tan solo 3 goles y las mismas asistencias, sus registros quedan muy lejos de lo que se esperaba del heredero del 10. En las últimas semanas, incluso se ha llegado a comentar una posible salida de Barcelona en verano; algo que tanto el club como Xavi Hernández siempre han negado.

La situación de Ferran es muy similar, aunque debida a motivos distintos. Atrás queda el chico de oro del Valencia, que tras un año como azulgrana, no ha conseguido mostrar la versión deseada. Un rendimiento decreciente que además ha hundido al jugador en una nube de desconfianza; convirtiéndole en un extremo plano, que prácticamente no arriesga y aporta muy poco cuando sale.

En el tramo inicial de temporada, Xavi entregó el ataque a los extremos, posición que él siempre consideró vital; de ahí la incorporación de Raphinha a pesar de la renovación de Dembélé. Sin embargo, tan solo el francés se ganó la titularidad, el resto y especialmente Ansu y Ferran, fueron relegados al banquillo, asumiendo un rol completamente secundario. El técnico egarense decidió entregar las llaves del equipo a los centrocampistas, sumando un jugador más en la medular y encontrando entonces la mejor versión.

Con Pedri, Gavi, Frenkie De Jong y Sergio Busquets juntos, se dio en la tecla, acumulando el Barça su mejor racha en cuanto a resultados y sobre todo juego. Sin embargo, con el canario lesionado y en vistas a Old Trafford, donde tampoco va a estar Gavi, es un buen momento para volver a intentarlo y volcar la faceta ofensiva en los jugadores de banda.

Ansu Fati celebrando un gol – Getty Images

Ante el Cádiz, Ansu y Ferran tienen la ocasión perfecta para recuperar sensaciones, ya sea partiendo de inicio o entrando desde el banquillo en la segunda parte. Volviendo de lesión, raro sería que Busquets partiera de entrada, hecho que invita aún más a incorporar a otro atacante en el once.

Xavi resaltó en la previa que tiene confianza extrema en todos los integrantes de la plantilla y que quiere que la noten cuando tengan la oportunidad. Está por ver si se lo aplican y logran darle la vuelta a su situación. Desde luego, el Barça no se puede permitir prescindir de ellos, faltando todavía tres meses de competición y con tantos partidos por delante.

Recuerden que el futbol da muchas vueltas; y si no, pregúntenselo a Marcus Rashford, que tras un año nefasto, vuelve a ser el abanderado del ataque del Manchester United.