Barça y United no pudieron romper el empate a dos en un primer partido de dieciseisavos de final de Europa League lleno de acción y también de polémica. Xavi decidió hacer rotaciones en la ‘BACK’ (Balde, Araújo, Christensen y Koundé) y apostó por la experiencia de Jordi Alba y Marcos Alonso en lugar de Balde y Christensen.
El resto del once se mantuvo con respecto al partido del domingo ante el Villarreal. El técnico egarense sorprendió de inicio al salir finalmente con Araújo en el lateral derecho en lugar de Koundé, con el objetivo de marcar de cerca a Jadon Sancho.
El United avisó primero con dos envíos al área que no encontraron destinatario. Sin embargo, el Barça aguantó los primeros envites de los ‘red devils’ y empezó a tocar. En el minuto 8 de partido, Lewandowski hizo el primero disparo a puerta tras una gran jugada colectiva que apenas pudo rematar con Luke Shaw encima. Tres minutos después, Gavi provocó una falta en la frontal que Marcos Alonso envió por encima de la portería de De Gea.
Ambos carriles azulgranas empezaron muy activos. El Barça sabía que podía hacer daño por las bandas, y tanto Araújo como sobre todo Jordi Alba no paraban de buscar el área con pases en largo y centros. En el 18’, Pedri conectó una volea sin éxito que se marchó desviada.
El partido empezó a entorpecerse con balones divididos, faltas y protestas por acciones no señaladas hasta que en el 33’ Rashford replicó el tiro inicial de Lewandowski con un disparo colocado a la escuadra que ter Stegen sacó a mano cambiada de manera magistral.
La peor noticia del partido llegó en el minuto 40, cuando Pedri se tumbó sobre el césped y tuvo que ser sustituido por lesión, tal y como sucedió hace un año ante el Eintracht Frankfurt, en el mismo escenario y en la misma competición. Sergi Roberto ingresó rápidamente en su lugar.
Cuatro minutos después de empezar la segunda parte, en el 49’, Marcos Alonso bajó con la cabeza un saque de esquina de Raphinha y lo envió al fondo de la red para adelantar a los azulgranas y dedicárselo a su padre. Sin embargo, tan solo tres minutos después, una carrera de Rashford por la derecha finalizó con un potente disparo al palo corto de ter Stegen que significó el gol del empate.
El tanto enloqueció a la afición inglesa que, pesa a estar aislados a la derecha de la tercera gradería, empezaron a arrojar objetos contra la grada culé. El Barça estaba contra las cuerdas, y el United olió la sangre. En el 59’, un saque de esquina de los ‘red devils’ rebotó en Koundé y se perdió dentro de la portería azulgrana. Los ingleses habían conseguido meter el miedo en el cuerpo a los de Xavi, que debían reaccionar cuánto antes.
En el minuto 67’, Xavi introdujo un triple cambio para dar entrada a Balde, Christensen y Ansu Fati por Jordi Alba, Marcos Alonso y Kessié, con el objetivo de intentar sacar del pozo en el que estaba inmerso el equipo. Una peligrosa contra del United fue frenada por Gavi, que finalmente vio la amarilla y se perderá la vuelta en Old Trafford. En el 76’, un centro con efecto de Raphinha desde la derecha no llegó a rozar de milagro la punta de la bota de Lewandowski y acabó dentro de la portería de De Gea, poniendo las tablas en el marcador de un partido totalmente descontrolado hasta el momento.
En el 82’, Ferran dio relevó a Raphinha tras otra notable actuación del brasileño. A falta de cinco minutos del final se desató la polémica tras una posible mano de Fred dentro del área que el colegiado italiano no señaló pese a que el VAR lo revisó bajo las protestas de los jugadores y de los más de 90.000 aficionados del Camp Nou. En el tiempo de descuento, Ansu Fati pudo tener el gol de la victoria con un tiro desde la frontal que salió desviado a la izquierda de la portería de De Gea.