Ambos son dos de los jugadores más criticados y con peor cartel entre la parroquia culé. Constantemente en el punto de mira debido, o bien a incontables lesiones, o a no terminar de encajar en ningún sistema y posición. Además de por el alto precio de sus fichajes, un coste que no se ha visto justificado en el terreno de juego hasta esta temporada, en cuanto a buen rendimiento y número de goles.
Una temporada en la que han conseguido, asimismo, mantener una buena regularidad, sin apenas lesiones y adaptándose a los numerosos esquemas dispuestos por Koeman, ayudando al equipo con goles decisivos, especialmente en esta segunda mitad de la temporada donde el conjunto culé le ha dado la vuelta a su dramática situación en Liga y donde ha conseguido una Copa del Rey en la que los dos franceses han sido determinantes.
Sin embargo, desde su última titularidad hace ya un mes en el Clásico y arrastrar desde entonces molestias en el pubis, Dembélé ha perdido brillo en el tramo final de la Liga y se ha visto adelantado por Griezmann, quien goza de un momento de forma espectacular y a quien se le caen los goles en cada encuentro.
El ex del Borussia Dortmund, en su cuarta temporada, ha conseguido dejar atrás las lesiones, habiendo disputado hasta ahora 40 partidos, donde ha anotado 10 goles y regalado 4 asistencias. Su último gol fue ante el Valladolid, el 5 de abril.
Mientras que el ex del Atlético, en su segunda temporada, se ha asentado definitivamente en el equipo, siendo decisivo y demostrando ser el jugador por el que el Barça pagó 120 millones de euros en 2019.
El ‘principito’ acumula 47 partidos, donde ha marcado 19 goles y asistido en 12 ocasiones. Además, ha anotado 7 goles en los últimos 9 encuentros, reflejando el buen momento que está viviendo el delantero galo, formando una dupla letal con Messi en los últimos encuentros que puede ser vital en la consecución del título liguero.
pablojimenez_01
mayo 8, 2021 @ 12:19 pm
Quitar a Griezmann en este estado de forma sería un error mayúsculo. Ousmane si quiere volver, debe volver a demostrar desde su rol de revulsivo, el tipo de jugador que es y la personalidad que lleva dentro.