Ambos son dos de los jugadores más criticados y con peor cartel entre la parroquia culé. Constantemente en el punto de mira debido, o bien a incontables lesiones, o a no terminar de encajar en ningún sistema y posición. Además de por el alto precio de sus fichajes, un coste que no se ha visto justificado en el terreno de juego hasta esta temporada, en cuanto a buen rendimiento y número de goles.

Una temporada en la que han conseguido, asimismo, mantener una buena regularidad, sin apenas lesiones y adaptándose a los numerosos esquemas dispuestos por Koeman, ayudando al equipo con goles decisivos, especialmente en esta segunda mitad de la temporada donde el conjunto culé le ha dado la vuelta a su dramática situación en Liga y donde ha conseguido una Copa del Rey en la que los dos franceses han sido determinantes.

Sin embargo, desde su última titularidad hace ya un mes en el Clásico y arrastrar desde entonces molestias en el pubis, Dembélé ha perdido brillo en el tramo final de la Liga y se ha visto adelantado por Griezmann, quien goza de un momento de forma espectacular y a quien se le caen los goles en cada encuentro.

El doblete de Griezmann ante el Villarreal consagró su buen momento de forma. Fuente: Alberto Saiz, AP

El ex del Borussia Dortmund, en su cuarta temporada, ha conseguido dejar atrás las lesiones, habiendo disputado hasta ahora 40 partidos, donde ha anotado 10 goles y regalado 4 asistencias. Su último gol fue ante el Valladolid, el 5 de abril.

Desde su heroico gol ante el Valladolid, Dembélé ha perdido protagonismo. Fuente: EFE

Mientras que el ex del Atlético, en su segunda temporada, se ha asentado definitivamente en el equipo, siendo decisivo y demostrando ser el jugador por el que el Barça pagó 120 millones de euros en 2019.

El ‘principito’ acumula 47 partidos, donde ha marcado 19 goles y asistido en 12 ocasiones. Además, ha anotado 7 goles en los últimos 9 encuentros, reflejando el buen momento que está viviendo el delantero galo, formando una dupla letal con Messi en los últimos encuentros que puede ser vital en la consecución del título liguero.