El F.C. Barcelona tiene un gran problema en la defensa. La zaga culé sufre una escasez de hombres, especialmente en la zona central. La reciente lesión del prometedor canterano Ronald Araujo en su último partido con el filial, la recaída de Samuel Umtiti y las molestias que sufrió Clement Lenglet en la ultima jornada contra el Alavés conforman un desafío en la alineación para Quique Setién.

Incluso contando con Lenglet, que ya está entrenando con el grupo y se espera que llegue totalmente recuperado para el partido contra el Nápoles, el técnico santanderino dispondrá de cinco defensas para cuatro posiciones: Gerard Piqué, Jordi Alba, Junior Firpo, Nélson Semedo y el ya mencionado central francés.

Un panorama preocupante teniendo la Champions por delante, pero aún más tratándose de la que ha sido la línea más irregular del campo: 38 goles en 38 jornadas de Liga, siendo el equipo con más goles encajados entre los cuatro primeros clasificados.

Sin fondo de armario

Logró hacerse con un puesto en el once titular tras una temporada notable y salió campeón del mundo con Francia en 2016. Desde entonces, el rendimiento de Samuel Umtiti ha ido de mal en peor y la directiva tiene clara su intención de venderlo. El francés ha sufrido constantes recaídas de su lesión de rodilla y la realidad es que hoy en día no es un jugador disponible para Setién.

Ante la ausencia continuada del francés, el canterano uruguayo Ronald Araujo fue una agradable sorpresa para la afición blaugrana. Ascendido del filial, el joven de 21 años logró convertirse en el “tercer central” de la zaga culé y un activo valido para dar descanso a Lenglet y a Piqué. Sin embargo, un esquince en el tobillo derecho en el partido por el ascenso entre el Barça B y el Sabadell ha cortado su presente inmediato en el equipo de Setién.

Se prevé que el uruguayo se recupere a tiempo para disputar los partidos restantes de Champions, si el conjunto culé logra eliminar al Nápoles el próximo sábado. En cambio, el central francés no está, ni se le espera.

Piqué, líder indefectible

Dadas estas circunstancias, la mayor parte de responsabilidad recaerá una vez más en Gerard Piqué. El catalán es el segundo jugador con más minutos jugados, después de Ter Stegen. Al margen de las polémicas que constantemente protagoniza, lo cierto es que no se entiende la defensa del Barcelona sin su presencia.

Guste o no, Piqué es ahora mismo el pilar de la defensa y el jugador al que tendrá que aferrarse Setién para detener los ataques de un equipo tan intenso como el Nápoles. Ningún equipo puede ganar la Champions sin jugadores en el banquillo, y menos, sin defensas.