Dicen que ser de un equipo es algo que no se elige. Pero, seguro que toda la gente que un día decidió hacerse del Barça, lo hizo por y para vivir noches como la de ayer. Ha sido una travesía larga, llegando incluso a pasar por la Europa League, pero, ahora sí; Europa, hemos vuelto. Golear al Bayern de Múnich, ese rival que te había vapuleado una vez tras otra durante la última década sin compasión, marca un antes y un después en el relato de la historia reciente. Había mucho más que tres puntos en juego; estaba en cuestión la dignidad europea de un equipo que, ante su primer gran examen, pasó con nota.

El barcelonismo sabía de la trascendencia del partido y llenó Montjuïc con un recibimiento espectacular y más de 50.000 personas en las gradas. Ambiente a la altura del encuentro, porque menudos dos equipazos vimos sobre el césped. El resultado final no debe privarnos de alabar al Bayern, quien durante los primeros 20 minutos fue superior y dominó con autoridad. Pero, el dios del fútbol le tenía reservada una gran noche al Barça desde hacía tiempo. Las cosas se pusieron de cara enseguida con el primer gol de Raphinha, apenas un minuto después del inicio. Una acción en la que Lewandowski arrastró a su central y Pedri prolongó para Fermín, a quien le bastaron dos toques para dejar al brasileño solo ante Neuer; su definición, superando al portero alemán antes de chutar, fue perfecta.

Lo de Raphael Dias Belloli ayer. Cada gol suyo fue mejor que el anterior. Fue una brutalidad de partido del atacante, quien hace pocos meses no tenía claro ni siquiera si seguiría en el club. La situación ha dado un vuelco tremendo y ahora es capitán, el jugador más en forma del equipo y le acaba de meter un hat-trick al Bayern el día que cumple 100 partidos con el Barça. El tercer y especialmente el cuarto gol son de crack mundial. El control orientado en el tanto que selló la goleada es una maravilla, culminada con un tiro cruzado espectacular. Si a su nivel le sumas el de jugadores como Pedri, Lamine o Casadó (asistentes estos dos últimos) el culé tiene motivos para soñar. De Yamal resaltar su capacidad para marcharse una y otra vez de Alphoso Davies, jugó como quiso ante uno de los mejores y más rápidos laterales del mundo.

Hansi Flick (FC Barcelona)

Volviendo a la fase más incómoda del partido, cabe destacar la capacidad de reacción de Flick tras verse sometido por Kompany. Hansi no dudo en ser fiel a su idea y fue desde la presión como el Barcelona volvió a sentirse superior en el partido. Por si quedaba alguna duda de lo que se debe hacer el sábado en el Bernabéu o en cualquier partido. A presionar arriba con todo; con cabeza, con orden, pero todos juntos y a morder. Fue un gustazo ver la entrega y compromiso que tuvo el equipo a nivel defensivo. Pau Cubarsí e Iñigo Martínez cumplieron ante Kane (aunque en confianza, qué bueno es este inglés) y Kounde y Balde hicieron lo propio para proteger los ataques por banda.

De locos. Más allá del crecimiento colectivo del Barça y del mérito que tiene lo que está consiguiendo Hansi Flick en tan poco tiempo, el rendimiento individual de varios jugadores es una barbaridad. Reivindicación ante toda Europa.