Se vive una gran expectación por ver el desempeño de Ez Abde en el partido de mañana ante el Elche, tras su gran actuación de la jornada pasada en Pamplona y su ausencia en la Maradona Cup. Es una de las revelaciones culés esta temporada, en el torbellino de una nueva generación de talentos que está cogiendo las riendas del vestuario.

Fue el mejor del partido ante Osasuna, marcando un auténtico golazo (el primero en seis partidos vistiendo la blaugrana) y exhibiendo su gran capacidad de desborde y de regate, su verticalidad y su desparpajo. La petición de Xavi era directa: encara y crea ocasiones, y cumplió con creces. Sin contentarse con ser el protagonista del peligro por la banda, su naturalidad tampoco dejó a nadie indiferente en rueda de prensa, en el surgimiento público de un jugador que antes de aterrizar en Barcelona solo había jugado en Segunda B.

Ez Abde superaba constantemente la defensa bética

El artífice de su llegada fue Ramón Planes, que siguió los consejos del “scouting” Juan Carlos Pérez tras ir a verlo a Alicante vistiendo de blanquiazul, para comprobar en persona sus cualidades como extremo. El espíritu blaugrana del jugador completó una operación en la que el Real Madrid quería anteponerse a través del entrenador del Hércules, un interés que, curiosidades de la vida, pudo ser clave en la negativa merengue de fichar a Pedri.

El marroquí, que cumplió ayer 20 años, no se incluyó en la convocatoria en Arabia Saudí para el choque contra el Boca Juniors. El motivo fue problemas burocráticos y no de salud, con lo que afrontará con especiales ganas el encuentro de hoy contra el Elche. Abde llegó a la ciudad ilicitana a la temprana edad de siete años, y vistió la camiseta blanquiazul del máximo rival. En su temporada en Hércules, donde recayó tras pasar por otros equipos alicantinos como La Peña Raval o el Kelme sin pena ni gloria, es donde experimentó una metamorfosis física y futbolística, que provocó que el club aumentara su cláusula a los dos millones por los que se le acabó llevando el Barça.

Dos millones que resultan cuanto menos llamativos al aficionado culé, que veía a un bólido desconocido con un sueldo irrisorio volar por la banda izquierda, en contraste con la falta de desborde y de ocasiones que reinaron en la derecha. Una banda diestra que protagonizaba Dembélé, que costó al friolera de 135 millones de euros y que, pese a su potencial y su talento, no ha acabado de ofrecer el rendimiento esperado en la Ciudad Condal y, si no renueva, se marchará totalmente gratis.

Abde fue a celebrar el tanto al banquillo con sus compañeros y el cuerpo técnico

Por el creciente protagonismo de Abde en el equipo sobrevuela una amenaza, y es que el Barça podría perderlo durante todo un mes en el caso de ser convocado con su selección para la Copa África del 9 de enero al 6 de febrero. El seleccionador actual de Marruecos Vahid Halilhodzic sigue las actuaciones del culé muy de cerca y todo apunta a que querrá contar con él, pero desde el entorno del jugador entienden que quedarse jugando con el Barça durante esas fechas debería ser su prioridad. Si decidiese aceptar la invitación, Abde se perdería como mínimo citas tan señaladas como la Supercopa de España, con Clásico contra el Real Madrid incluido, además de dos jornadas de Liga y dos eliminatorias de Copa del Rey.

Todo apunta a que Ez Abde triunfará en el Barça y en la élite del fútbol. Sus cualidades casan a la perfección con el estilo de juego culé, necesitado de extremos desbordantes y verticales que protagonicen un juego ofensivo ahora mismo estancado tras la marcha de Messi y la lesión de Ansu Fati.  Sus allegados destacan su espíritu trabajador y sacrificado como rasgos clave en una personalidad falta de complejos, algo que lleva a pensar que no desaprovechará las oportunidades que le está brindando Xavi. Mostrará todo su potencial, y esta tarde todo apunta a que seguirá el show.