El Barça B se ha clasificado para la última eliminatoria del playoff de ascenso a Segunda División tras imponerse en los penaltis al Badajoz. Los de García Pimienta jugaron en el Nuevo Mirador de Algeciras con la novedad de Ronald Araujo, el central uruguayo que había participado en la dinámica del primer equipo en las últimas semanas bajo las órdenes de Quique Setién.

Este domingo se disputará en Marbella la final contra el Sabadell por un puesto en la categoría de plata. El mérito de los jóvenes canteranos es fruto de un equipo trabajado desde la primera jornada, con un toque diferencial que les hace únicos: posesión y fútbol atractivo. Bajo la batuta de Monchu, el capitán, el conjunto culé desliza sobre el verde un dinámico juego de desgaste sobre el rival, adueñándose de la posesión durante el mayor tramo de partido y siendo determinante en ataque. El juego por bandas es una de las claves del equipo de Pimienta, pues sus ataques acaban con los laterales muy arriba, en este caso Akieme, que es el que más peligro genera por la banda izquierda. Illaix Moriba y Jandro en el centro del campo acompañan al capitán para mantener la pelota, y Konrad en el extremo aporta la amplitud y profundidad necesaria para descuadrar la defensa rival.

En la siguiente cita, la noticia estaba en si Riqui Puig y Ansu Fati iban a reforzar la plantilla para la final, pero el técnico descartó su presencia ya que tienen vacaciones antes de aventurarse en la Champions. Hubieran sumado calidad, experiencia y dinamismo, pero también por otra parte, los jóvenes que están disputando la eliminatoria tienen calidad de sobra para obtener el pase a la siguiente categoría, por lo que Pimienta no tendrá ningún problema con ello, y ve normal que Setién no haya querido arriesgar.