Caroline Graham Hansen –‘Golden’ Graham para aquellas y aquellos con buen gusto- sigue demostrando por qué merece ver su nombre bañado en oro tras una temporada estelar únicamente al alcance de muy pocas. La estrella noruega suma 26 goles y 25 asistencias en tan solo 29 partidos jugados. Si el dato anterior era demoledor, el siguiente no tiene ningún tipo de sentido. Acumula un total de 51 contribuciones, lo cual equivale a gol y asistencia por cada 90 minutos disputados. Contra el Brann se quedó con las ganas de aumentar su cuenta particular y seguir destrozando todos los registros pero, aún así, volvió a ser la mejor jugadora sobre el terreno de juego. Una auténtica animalada que va más allá de los números.
La previa del partido estuvo protagonizada por la presunta búsqueda de soluciones por parte del Barça por la falta de competitividad en el campeonato doméstico tras una nueva victoria rutinaria en el último Clásico liguero. Si bien es cierto que cada partido es diferente y que los equipos cada vez son mejores, el historial contra el «eterno rival», que venía de presumir de «estar cada vez más cerca», convierte las goleadas contra el Real Madrid en todo un Clásico. «Ellas siempre hablan antes y al final acabamos ganando nosotras», zanjó Graham Hansen en zona mixta tras la victoria del pasado domingo. Cada vez que Hansen habla, sube el pan. Sus palabras siempre van a Misa -literalmente-.
Un Johan Cruyff hasta la bandera se vistió de gala mientras caía un atardecer maravilloso en Sant Joan Despí. Centenares de aficionados del SK Brann no quisieron perderse la cita de su humilde equipo con la historia y llenaron los asientos del sector visitante del fortín azulgrana. La marea noruega hizo ruido desde el inicio del calentamiento de sus jugadoras e incluso se atrevieron a abuchear a las azulgranas. en especial a Graham Hansen por su pasado en el Stabæk IF, rival del SK Brann. La estrella de Oslo respondió a los silbidos arengando a su afición y avivó la llama de las más de 5.510 almas que llenaron el estadio.
Sin embargo, la mejor respuesta de Graham Hansen fue sobre el césped. Desde la primera acción de peligro del partido avisó a la defensa noruega del peligro que suponen sus fugaces carreras por la derecha, sus endiabladas bicicletas y sus letales recortes hacia dentro. Tras unos primeros veinte minutos de asedio en los que la apsionadora azulgrana forzó hasta ocho saques de esquina, Aitana abrió la lata tras un recorte hacia fuera y un potente disparo colocado a la derecha, inalcanzable para una Mikalsen infranqueable hasta el momento. La conexión entre la de Sant Pere de Ribes y Alexia Putellas -minutos de gran calidad de ‘La Reina’- valorada en tres Balones de Oro iluminó el camino para las azulgranas
Antes de la hora de partido, un meteórico ascenso de Graham Hansen por el costado derecho llegó hasta la línea de fondo, dónde no pudo culminar y la zaga noruega rechazó el balón. Rolfö, toda una especialista en llegar desde segunda línea, estuvo bien colocada para cazar el rechace y rematar el balón a placer para poner el gol de la tranquilidad. De nuevo, el mérito de la acción volvió a ser para la extrema noruega. Su desequilibrio y cambio de ritmo desbordaron a Tynnilä y la impotencia se apoderó de la defensa al completo, que nada pudo hacer ante el ciclón noruego.
El Brann sacó petróleo de sus escasas oportunidades y recortó distancias para alertar a la zaga azulgrana, obligada a minimizar las concesiones al contraataque. Cuatro minutos antes del final del partido, Graham Hansen -quién sino- tuvo las agallas no solo de igualar, sino de mejorar la jugada que desembocó en el gol de Rolfö. Tras 87 minutos de partido corriendo sin parar, luchó y recuperó el balón como si fuera el último y puso la sexta marcha hacia la portería de Mikalsen con un sprint digno de medalla olímpica. Una vez dentro del área, la delantera noruega hizo lo que quiso; se fue de su marcadora, esquivó una segada y la dejó atrás para que el disparo de Aitana lo redirigiera Patri con un leve toque que, esta vez sí, puso punto y final a la eliminatoria.
La inexperiencia del Brann en la fase final de la competición se tradujo en ilusión y valentía por parte del conjunto noruego, que disputó ambos partidos de la eliminatoria sin nada que perder. Seis de seis en las últimas semifinales; el Barça vuelve a estar entre los cuatro mejores equipos del continente por sexto año consecutivo. Europa no es un camino de rosas, pero Graham Hansen imagina jardines dónde el resto solo ve diesertos.
El último obstáculo antes de la final de Bilbao, unas viejas conocidas: el Chelsea de Emma Hayes y compañía. El ‘factor Hansen’ fue determinante en el último precedente entre ambos equipos, con un golazo en Stamford Bridge en la ida y el tanto de la tranquilidad en la vuelta. «Tenemos muchas ganas de volver a enfrentarnos al Chelsea», admitió la estrella noruega mientras esbozaba una tímida sonrisa. Una timida sonrisa que dejaba entrever sus intenciones de volver a domar a las ‘blues’ y seguir agrandando su historia.