Día especial para la isla de Ibiza. Y no es para menos. La Copa del Rey, con su nuevo formato, aterrizaba en las Islas Pitiusas trayendo consigo el regalo de poder disfrutar con el equipo más laureado de esta competición. El FC Barcelona debutaba en Copa esta temporada ante la Unión Deportiva Ibiza y lo hacía en un campo tan coqueto como Can Misses. En su segundo partido, Quique Setién dejó en Barcelona a pesos pesados del equipo como Leo Messi, Gerard Piqué o Sergio Busquets.
Como cabía esperar, el Barça monopolizó la posesión desde el comienzo de partido presionando la salida de balón del conjunto ibicenco. Pero en el fútbol posesión no es sinónimo de gol. Y de ello fueron testigo los culés tras el gol de Javi Pérez desde dentro del área después de una gran jugada por banda de Raí. Primera aproximación de los locales, primer gol.
El equipo de Quique Setién pronto recibió un segundo susto con el tanto de Ángel Rodado pero el árbitro González Fuertes lo anuló por una falta previa a Clement Lenglet. El Ibiza siguió muy cómodo ante un Barça inofensivo y que ni siquiera chutaba a puerta. Los locales tampoco sometían la portería de Neto pero cuando llegaban lo hacían con mucho peligro.
Poco antes de llegar al minuto 40, el equipo balear pudo marcar su segundo tanto en una clara doble ocasión. El disparo de Raí se estrelló en el poste derecho de Neto y el rechace lo recogió Rodado, pero su disparó lo repelió el portero brasileño enviando el balón a córner. Mismos protagonistas que en el primer gol. El Barça ni siquiera disparó a puerta en los primero 45 minutos.
La segunda parte siguió el mismo guion que la primera. Dominio azulgrana y el Ibiza a la espera de cazar un buen contragolpe. El hilo del partido favorecía claramente a los locales con un fútbol trabado y en el que apenas existía ritmo. El primer disparo del Barça entre los tres palos no llegó hasta casi el minuto 70 con un inofensivo chut de Rakitic desde fuera del área que atrapó German Parreño sin grandes complicaciones.
Pero en ocasiones el fútbol es cruel y equipos punteros como el Barça demuestran que no necesitan hacer un buen partido para marcar goles gracias a su pegada. Griezmann abrió el marcador para el conjunto culé tras batir por bajo al portero local después una buena asistencia de De Jong.
Pasaron los minutos y el marcador parecía que no se iba a mover. Todo hacía indicar que nos encaminábamos a la prórroga aunque Griezmann decidió que no iba a ser. El francés enterraba las ilusiones del Ibiza con un gran disparo ajustado imposible para el guardameta ibicenco. Segundo gol que bien valía una difícil clasificación.
El Barça supo sufrir y aprovechó las pocas ocasiones que generó para rematar a un muy meritorio Ibiza. El equipo de Setién controló totalmente la posesión , pero al igual que contra el Granada, ese control no se tradujó en ocasiones claras. Doblete de Griezmann que vuelve a demostrar el porqué de su fichaje. El equipo blaugrana deberá mejorar mucho si quiere hacer una buena actuación en Mestalla ante el Valencia.