El atacante del FC Barcelona, Antoine Griezmann, no termina de arrancar. ‘El principito’ costó 120 millones y pasado un año y medio de su fichaje todavía no ha rendido con regularidad a la altura de las expectativas. Un jugador de su caché debe liderar al equipo en todos los sentidos, no solamente marcando goles, sino también entrando en juego y en combinaciones con los compañeros. Griezmann cumplirá un mes sin anotar con la elástica azulgrana, periodo precedido por un mes de enero en el que sumó 7 goles entre todas las competiciones.
La irregularidad es la tónica a la que Griezmann tiene acostumbrada a la afición azulgrana. Koeman, sabedor del bajón de rendimiento del punta francés, decidió sentarlo en un choque trascendental como el de ayer en Liga frente al Sevilla. Asimismo, solo participó 14 minutos frente al Elche. Ni como 9, ni por el costado izquierdo Koeman ha conseguido sacar todo el jugo al rendimiento del galo, que no conecta con sus compañeros como querría. Un atacante considerado más anárquico como Ousmane Dembélé lo supera en pases buenos por partido de La Liga con 29’63, por los 28’61 de Antoine (Diario As). Ter Stegen es el único jugador del once que entrega menos pases buenos en competición doméstica con 25’21, lógico al jugar como portero.
Si bien los números de Griezmann no son malos, con 11 goles y 10 asistencias en lo que llevamos de temporada en todas las competiciones, se antojan insuficientes si desaparece contra rivales de entidad como Sevilla o PSG. Sin embargo, ‘el principito’ tendrá la oportunidad de volver a resurgir el próximo miércoles ante los sevillanos en la vuelta de las semifinales de Copa. Junto al partido de vuelta de los octavos de la Champions, será la ocasión propicia de ver al francés liderar una hipotética remontada de la escuadra azulgrana.
No obstante, cabe reconocer el esfuerzo de Griezmann en cada partido. Su entrega y compañerismo características lo llevan a dar ayudas defensivas de gran valor para el equipo. Con esto, acumula ya un año y medio en el FC Barcelona sin explotar todo su potencial. Cualquier jugador del FC Barcelona ha de entregarse al máximo en cada partido, pero a Griezmann se le pide más. Un jugador destinado a coger el testigo de Messi en el equipo ha de hacer jugar al resto organizando el juego del esquema de Koeman en calidad de ‘playmaker’.
Los goles y asistencias no excusan a Griezmann de entrar tan poco en contacto con el balón. Estos apagones en grandes citas se pagan caros. Y no hablamos de un jugador en la posición de ‘9’ destinado principalmente a marcar goles. El papel de Griezmann en el FC Barcelona ha de ser más preponderante, similar al que desempeñaba en el Atlético de Madrid. Las próximas eliminatorias de Copa y Champions servirán para demostrar su valía, puesto que los barceloneses se juegan la supervivencia en dos competiciones partiendo de resultados adversos en la ida.