El debut liguero del FC Barcelona ante el Villarreal permitió sacar algunas conclusiones sobre diferentes aspectos del juego. Una de las gratas sorpresas de la noche fue el gran partido que cuajó Jordi Alba, siendo un auténtico puñal por la banda izquierda y recordándonos a la mejor versión del de L’Hospitalet.

El lateral dio una asistencia a Ansu Fati para abrir el marcador y se mostró muy participativo durante todo el partido. Prueba de ello fueron las 113 veces que tocó el esférico, siendo el jugador azulgrana que más lo hizo, y también al liderar el ranking de pases con 87. Sin duda una buena carta de presentación de cara a este inicio de temporada.

El rendimiento del catalán ha dejado mucho que desear últimamente y ha sido un jugador señalado en las últimas grandes debacles barcelonistas como las de Anfield y Lisboa e incluso en la final de Copa del Rey perdida frente al Valencia. Sin embargo, el catalán dio un golpe sobre la mesa el pasado domingo para demostrar que todavía existen motivos para confiar en él ya que ni mucho menos está acabado.

Jordi Alba Villarreal - TIMEJUST
Jordi Alba en el momento de la asistencia a Ansu Fati en el primer gol ante el Villarreal. Fuente: TimeJust

Tras la marcha de Luis Suárez al Atlético de Madrid, Alba se convertirá en el socio más buscado por Leo Messi. Ambos se entienden a las mil maravillas y su conexión es evidente. En el Gamper pudimos ver ese feeling con el gran pase en profundidad del argentino para que Alba sirviera en bandeja el primer gol a Griezmann.

Durante este verano incluso se ha especulado sobre su marcha tras la dolorosa derrota ante el Bayern. Todo este ruido no ha hecho mella en el hospitalense y ello lo demostrar el partidazo ante los groguets. Alba demostró personalidad y sigue reivindicándose como una pieza fundamental para el equipo azulgrana. No hay mejor fichaje que recuperar la mejor versión de un jugador que tantas alegrías ha dado a la parroquia barcelonista.