Tras la última debacle de Lisboa, el nombre de Sergio Busquets fue puesto por la afición sobre la mesa de salidas inmediatas y necesarias. Su mal estado de forma y sus errores con el balón, cada vez más habituales, provocaron el enfado de los aficionados.

Como culé de corazón y después de llevar toda su vida en el Barça, el de Sabadell se reunió con Koeman para conocer los planes que el entrenador holandés tenía para él. Fruto de esa conversación, Busquets decidió adelantar sus vacaciones para ponerse a trabajar e intentar volver a jugar a un buen nivel. En los partidos de pretemporada no rindió mal, pero tampoco se vieron grandes esperanzas de mejora y las dudas se confirmaron en el inicio de La Liga frente al Villarreal. ¿Es el fin de Busquets en el Barça?

Busquets frente al Villarreal en Liga. | Fuente: FC Barcelona

Fueron muchos los que en su momento quisieron echar a Xavi Hernández porque físicamente ya no rendía al nivel del grupo. También pasó con Andrés Iniesta, que cada vez se veía más fuera del equipo por no poder dar lo mejor de sí mismo. Sin embargo, ninguno de los dos se fue por la puerta de atrás. Ambos asumieron su nuevo y último rol en el club de sus vidas: papel secundario saliendo desde el banquillo.

Bien es cierto que Busquets tiene la capacidad de superar varias líneas con un pase, que durante estos años ha mejorado sus pases en profundidad y que le da control al centro del campo cuando posee el balón. Pero, también ha perdido el ritmo físico y no llega a los repliegues. Salta a la presión más que De Jong, pero, a diferencia de otras temporadas en las que era capaz de presionar y que esto no repercutiera al equipo, ahora deja mucho hueco a su espalda y no es capaz de volver a tiempo para cubrirlo. Si lo mejor que le puede aportar al equipo es control en el juego, ¿por qué no lo hace saliendo en la segunda parte cuando el partido esté resuelto?

La llegada de Pjanic también es un añadido para este cambio de rol. El bosnio aún no es titular porque necesita tiempo de adaptación al estilo y coger el ritmo que impone el Barcelona con su juego. Frente al Villarreal, no perdió la posición, jugó casi siempre al primer toque, algo que da rapidez y dinamismo al juego del Barça, y que faltó la temporada anterior, y además, ayudó a que De Jong se sintiera cómodo soltándose, mientras que en la primera parte con Busquets, era el de Sabadell quien saltaba a la presión y el holandés el mediocentro anclado.

Debut de Pjanic en Liga. | Fuente: FC Barcelona

Así mismo, Pjanic posee un gran golpeo a balón parado. Tanto es así que Messi le dejó probar fortuna en una falta lejana. Todo hace indicar que el bosnio acabará siendo la pareja de baile de Frenkie de Jong.

La temporada es muy larga y el equipo no va sobrado de jugadores para ese doble pivote. El Barcelona está obligado a pelear por todas las competiciones de principio a fin y, para ello, tener una amplia plantilla motivada y preparada para que, por ejemplo, si se producen lesiones, el club no tenga que invertir una suma de dinero en un jugador que no sea “nivel Barça” para salir del paso, sino que pueda cubrir la posición con otro jugador que esté al nivel, será clave para el transcurso de la temporada.

Busquets agradeciendo el apoyo de la afición. | Fuente: El País

Busquets aún tiene capacidad para aportar al juego del Barcelona y no solo puede, sino que debe ser un jugador importante. Si esta es su última temporada como blaugrana o no, está aún por ver. Pero, a sus treinta y dos años, ha llegado el momento de que su rol cambie de titular indiscutible a suplente.