El filial del Barça necesitaba, hoy sí, una inyección de confianza y positividad para recuperar los buenos resultados, y García Pimienta seguía buscando la fórmula ideal para sacar rendimiento al ataque del Barça B. Esta vez, ante el Lleida en el Johan Cruyff, probó con Nils Mortimer, Konrad de la Fuente y Gerard Fernández “Peque” en el 9, su posición más natural.

Además de las novedades en el ataque, Arnau Tenas (19) se estrenó en la portería del “B”, mientras que el XI inicial estaba compuesto por 10 jugadores formados en las categorías inferiores del club, es decir todos excepto Ramos Mingo, fichado a propósito para el filial. Precisamente este fue quien más sintió el minuto de silencio por su compatriota Diego Maradona, a quien se homenajeó en todos los campos del planeta durante el fin de semana.

Como de costumbre, el Barça B salió valiente y dominador, y fruto de ello fueron tanto la primera ocasión de Jandro Orellana, que se fue alta tras un rechace en la frontal, como la magnífica jugada de Peque en transición ofensiva en el minuto 10, que culminó Nils Mortimer cruzando desde la izquierda  con un toque de calidad extraordinario. El Barça B veía como, su mayor losa en este inicio de temporada, el gol, se ponía a su favor sin haber completado el primer cuarto de hora de juego.

Este tanto, fundamental para la confianza del ataque blaugrana, no hizo sino despertar al Lleida, que empezó a crear peligro con centros laterales y a balón parado. El Barça supo sufrir hasta el punto de que Arnau Tenas, en un pase equivocado, regaló una ocasión que el delantero visitante voleó muy lejos de la portería. Aun así el equipo salvó los muebles en un partido que empezaba a alejarse del control de los de “Pimi”.

El propio técnico comunicó su descontento por la falta de control, especialmente a Alex Balde, cuyas subidas generaron mucho peligro ofensivo, pero dejaron espacios atrás que a punto estuvo de aprovechar el Lleida. Ya en la recta final de la primera mitad, el intercambio de bandas entre Nils y Konrad sirvió para descolocar al rival, y propició una jugada maradoniana del americano en la banda izquierda que sacó milagrosamente el arquero visitante. Tal fue el esfuerzo, que el guardameta tuvo que ser sustituido en el descanso debido a unas molestias tras dicha acción.

 

El equipo celebra el primer tanto | Twitter @fcbarcelonab

En la segunda mitad, el Lleida se mostró mucho más agresivo con la intención de conseguir el empate, pero el Barça salió perfectamente de la presión, gracias en gran parte a las excelentes combinaciones y conducciones entre Konrad y Balde. Estas salidas propiciaban transiciones con espacios, que a punto estuvo de aprovechar Nils en el minuto 61. A penas cuatro minutos después, en el 65, una secuencia de pases en el borde del área terminó en las botas de Konrad, que después de abrirse un espacio disparó al palo corto desde la izquierda, al más puro estilo Ansu Fati, para poner el 2-0 y ratificar su excelente partido.

Con dos goles de ventaja en el marcador, el Barça debió dormir y controlar el encuentro, pero la juventud y pasión por el fútbol ofensivo de este conjunto son incorregibles, y los de García Pimienta accedieron al juego de ida y vuelta. Peque a punto estuvo de convertir un rápido servicio de falta que lo dejó solo, y restando un cuarto de hora para el final del encuentro el árbitro señaló una cesión totalmente involuntaria de Mingo a Tenas, cuyo libre indirecto sacó de forma magistral el portero de Vic.

Entretanto, Balde y Nils Mortimer habían dejado su sitio a Mika y Collado, que sigue acumulando minutos y encontrando el ritmo de competición. En el minuto 76, en un centro lateral del Lleida, se produciría la desconexión defensiva habitual: un leve toque de Arnau Comas ponía el balón en la trayectoria del gol, y Tenas, totalmente vendido, no podía hacer sino mirar como el Lleida recortaba distancias. El Barça sufrió y supo sufrir en los últimos minutos, siempre evitando renunciar a la especulación. El espíritu ofensivo del equipo es evidente, y eso favoreció una situación de transiciones en las que pudo tanto matar el partido como echar a perder la ventaja. El joven Ilias Akhomach, que volvió a tener minutos, disparó fuera por poco un centro de Konrad, mientras que el partido murió en área del Barça B en un córner que ni tan solo el portero visitante tuvo la suerte de rematar.

Victoria ante el Lleida por 2 goles a 1 en un partido donde el Barça se reencontró con el gol. Si el equipo es capaz de mantener esta tónica y encontrar puerta con regularidad, el talento de la plantilla hará el resto y posibilitará que el “B” mantenga sin problemas la categoría que le corresponde. En el siguiente encuentro los de García Pimienta visitarán al Llagostera, que se encuentra justo por delante en la tabla, empatado a 7 puntos y con un mejor +/- goleador.