Koeman, quien reconoció que la Copa era el título más factible de ganar esta temporada, puso toda la carne en el asador para este patrtido, metiendo a Ter Stegen y quitando a Neto, portero habitual de esta competición. Toda una declaración de intenciones Además, volvió a apostar por su centro del campo titular, formado por Busquets, De Jong y Pedri. En ataque solo descansaría Dembélé, cuyo puesto iba a ocupar Trincao.

El conjunto azulgrana empezó el partido de manera inmejorable, siendo, posiblemente, el mejor inicio de partido de toda la temporada. Gozando de innumerables ocasiones, todos comprometidos y obligando al rival a permanecer encerrado en su área. El Granada esperaría atrás, jugando al contraataque y a aprovechar el fallo de un Barça que acabaría pagando su falta de pegada arriba en casi todo el encuentro.

Cuando todavía el conjunto nazarí ni siquiera se había acercado a la portería de Ter Stegen, un grotesco fallo de Umtiti en la salida de balón provocaría el primer gol de los de Diego Martínez, materializado por Kenedy. Impresiona el dato que confirma que los de Koeman son el equipo de la Liga que, con 6, más errores individuales ha cometido en esta temporada entre todas las competiciones.

La segunda parte empezó como acabó la segunda. El Granada, lejos de quedarse a defender el resultado, fue a por el segundo con las entradas al terreno de juego de Foulquier y Machís, dos jugadores muy profundos y peligrosos por las bandas.

Nada más comenzar el segundo tiempo, Montoro, aprovechando que casi todo el Barça estaba atacando, metió un balón largo que aprovecha Soldado, quien gana la espalda con facilidad a un Umtiti muy lento y define a placer ante Ter Stegen. El central francés quedó retratado en los dos primeros goles del Granada.

Segundo gol del Granada, donde queda señalado Umtiti. Fuente: Albert Malla, EFE

El partido se ponía cuesta arriba, Trincao enviaba al larguero el que hubiese sido su primer gol como azulgrana y, por si fuese poco, Sergi Roberto acabaría abandonando el terreno de juego, sufriendo una recaída nada más volver de lesión. Asimismo, Aarón, el portero suplente del conjunto andaluz, haría un partido que jamás olvidará, haciendo paradas impresionantes, evitando numerosas ocasiones de Messi, entre ellas una peligrosa falta y un disparo desde la frontal. Con la necesidad imperiosa de remontar, Koeman dio entrada a Dembélé y a Braithwaite y quitaría a Trincao y a Umtiti.

El Barça lo intentaba una y otra vez, pero no conseguían abrir espacios suficientes para crear ocasiones de gol. Los culés asediaban la portería de Aarón, quien seguía a lo suyo y salvando a su equipo, después de una espectacular chilena de Griezmann y un remate de Araujo dentro del área. Además, un trallazo de Dembélé con la izquierda se estrellaba nuevamente en el larguero, como ocurrió con Trincao.

Todo parecía indicar que el Granada se convertiría en nuevo semifinalista, pero, a partir del minuto 88, el partido se volvería loco. Un centro de Messi al que llega muy ajustado Griezmann, que consigue rematar al palo y el balón, que sale desviado, pega en el portero y acabaría metiéndose en propia.

Un primer gol de un incansable Barça que cada vez más se iba creyendo la remontada y que, después de un potente disparo de Messi al palo, el tercero del encuentro, empataría el partido en el minuto 92, gracias a una asistencia de Griezmann que remataría de cabeza Jordi Alba, enviando el partido a una prórroga que muy pocos esperaban.

Celebración del segundo gol del Barça, que suponía el empate. Fuente: Pepe Torres, EFE

Aún quedaban emociones fuertes en la prolongación del partido y los de Koeman consiguieron adelantarse por primera vez en el marcador y poner un tercer gol que sería un calco al segundo pero con los papeles invertidos, esta vez sería Jordi Alba el asistente y Griezmann el rematador. Al instante, Sánchez Martínez vio penalti en un leve agarrón de Dest a Neva y el Granada empataría el encuentro.

En la segunda parte de la prórroga, el Barça no bajó los brazos y fue a por el cuarto gol, que acabaría marcando De Jong tras aprovechar un rechace provocado por un disparo de Messi desde la frontal. Los culés finiquitarían el encuentro con una manita, tras una maravillosa jugada que vuelven a fabricar Griezmann, con un pase con el exterior y Jordi Alba, con una volea hacia la portería de Aarón. De esta manera, el Barça no falló a su cita y estará este viernes en el bombo del sorteo con los demás semifinalistas.