El hipotético sucesor de Sergio Busquets en el pivote, Miralem Pjanic, ha pasado de flamante fichaje veraniego a ser un asiduo del banquillo azulgrana. La eclosión del centrocampista catalán, sumada al descubrimiento de Moriba y las escasas prestaciones del bosnio han enviado a Pjanic al olvido. A día de hoy, el mediocampista bosnio es la penúltima opción para la medular del Barça, solo por delante de Matheus Fernandes.

En enero ya advertíamos la peligrosa dinámica en la que había entrado Pjanic. Hasta el día 31 de enero no obtuvo su primera titularidad de 2021, en un partido liguero contra el Athletic de Bilbao. Desde entonces, otra presencia de inicio frente a Betis y ante Elche son sus únicas titularidades. Exceptuando cuatro días de febrero y una semana entre febrero y marzo, las lesiones no han privado al bosnio de estar disponible para Koeman. El resto de absencias en el equipo titular son fruto de decisiones técnicas del entrenador holandés.

Desde comienzos de marzo, Pjanic solo ha jugado 12 minutos en la vuelta de los octavos de Champions League frente al Paris Saint Germain. Sus molestias en el tobillo terminaron el 5 de marzo, pues el día 6 ocupó el banquillo del choque liguero contra Osasuna, aunque no participó un solo minuto. La irrupción de la última perla azulgrana, Ilaix Moriba, ha castigado todavía más el pobre bagaje de Pjanic. La promesa de 18 años acumula 91 minutos jugados en el mes de marzo, una participación 7 veces mayor que la del bosnio, relegado a un último plano con Riqui Puig.

Moriba le ha ganado ganado el pulso a Pjanic | FC Barcelona

En cuanto a los factores que han enviado a Pjanic al olvido, el más evidente es su declive futbolístico desde que fichó procedente de la Juventus. A punto de cumplir los 31 años, el bosnio no ha rendido al nivel que la afición y el cuerpo técnico esperaban. Ya apuntaba Koeman a principio de temporada que había llegado falto de forma y necesitaba coger ritmo. Sin embargo, a punto de encarar la recta final de la temporada, su rendimiento no ha hecho sino decrecer. La excusa de la forma física ya venció hace meses, puesto que Pjanic ha tenido tiempo más que suficiente para ponerse en forma.

Todos esperaban la jubilación de Busquets en favor de Pjanic, que pasaría a ocupar su lugar en el esquema de Koeman. No obstante, nada más lejos de la realidad. A día de hoy, Sergio Busquets es insustituible, y Pjanic no parece ser un recambio de garantías. La diferencia en cifras es abismal: el bosnio acumula 1.185 minutos entre todas las competiciones desde comienzos de temporada, que contrastan con los 2.617 del pivote catalán. Si bien los números globales de la temporada reflejan que Pjanic es el cuarto centrocampista, el ínfimo tiempo que ha jugado en el último mes demuestra que ya ni siquiera tiene garantizado el puesto de primer suplente.

Busquets se ha erigido en un pilar del esquema de Koeman | Getty Images

Miralem Pjanic pierde el tren de la titularidad y su presencia en Can Barça peligra. El posible fichaje de Wijnaldum, que termina contrato y es la predilección de Koeman, es una declaración de intenciones que prueba las discretas prestaciones del bosnio. Mientras haya temporada, hay esperanza. No obstante, este Barça apunta alto en el plano nacional, y la mejora del equipo viene acompañada de un incremento de la competencia por la titularidad. El tiempo vuela, y el barcelonismo pierde la paciencia.