El 25 de agosto de 2019 será recordado en Can Barça como el día en el que el mundo del fútbol conoció a Ansu Fati. Tras su debut, a la nueva perla azulgrana se le encomendó la difícil misión de ser el nuevo jugador insignia de un Barça sumergido en plena renovación. Gol a gol y partido a partido, Ansu fue devorando récords de precocidad con una madurez competitiva impropia de su edad.

Sin embargo, las lesiones y la falta de continuidad han puesto en jaque la ilusionante trayectoria de la perla blaugrana. Ni siquiera el premio del mundial le ha servido para reivindicarse. En una selección que se despidió antes de hora, Ansu tuvo un papel muy residual. Su torneo fue un reflejo de su temporada actual, en la que su nivel dista mucho del que hablaban las profecías en el 2019.

Ansu en una acción del Mundial (Photo by Stu Forster/Getty Images)

Los números de la presente temporada de Ansu son muy decepcionantes. Tras 20 partidos, el canterano tan solo ha anotado 3 goles y, aunque fue decisivo ante la Real Sociedad, la sensación es que su juego no fluye como antes. Su explosividad pre lesión es mucho mayor que la actual y su facilidad para anotar parece haberse esfumado. Ansu necesita un reset y qué mejor momento que el inicio de año para hacerlo.

El delantero azulgrana, tras un 2022 con pocos minutos a las espaldas y un stage en Doha, está ante una nueva oportunidad para reivindicarse. Tras meses de coger ritmo y confianza, Ansu debe comenzar a sentirse futbolista de nuevo. Tiene 20 años, un currículum envidiable pese a su juventud y toda una carrera por delante, con un talento para el gol solo al alcance de unos pocos elegidos. Es tu hora, Ansu. Es momento de ocupar el lugar que te pertenece.