El Barça de Flick se gusta antes de la semana grande
Especular debe ser un verbo inexistente en el diccionario de Hansi Flick. Este Barça tendrá días con más o menos acierto, pero no se puede negar la identidad colectiva que el técnico alemán ha sabido impregnar al equipo. Ante el Sevilla fue el enésimo ejemplo en lo que va de temporada. Otra goleada, más adornada por la esperada vuelta de Gavi y con sensaciones inmejorables a por la semana grande.
El 5-1 hizo justicia, aunque el partido comenzó con más igualdad de la que refleja. El equipo de García Pimienta se plantó en el Lluís Companys con los deberes hechos: Un bloque defensivo trabajado y amenazante en las transiciones, que a punto estuvo de costarle un gol en contra al Barça en un disparo desviado de Lukebakio. El torpe, aunque claro, penalti de Peque supuso un punto y aparte en el desarrollo del encuentro. El ex jugador del filial barcelonista derribó a Raphinha dentro del área, provocando una pena máxima que Lewandowski no desaprovechó para adelantar a los locales sobre el 20’. A partir de entonces, no hubo color. El Sevilla perdió la fe en el partido y los de Hansi Flick no dudaron en castigarlo. Pedri la puso en la escuadra y Lewandowski, que se apuntó otro gol, lo dejaron muy encarrilado al descanso.
Por tercer partido consecutivo, el Barça se marchó ganando por tres goles de diferencia al entretiempo. En la segunda parte, el dominio azulgrana no cesó. Una ocasión tras otra, aunque el cuarto no llegó hasta producirse los cambios. Ansu Fati, quien fue titular por primera vez esta temporada; de manera apurada, eso sí, por unas molestias que apartaron a Eric Garcia en el calentamiento. El canterano no termina de encontrar su mayor virtud, que es el gol, aunque sigue acumulando minutos sin contratiempos, que no es poco. Quien sí que estuvo más acertado fue Pablo Torre, que selló un doblete entrando desde el banquillo en el tramo final. Sus dos dianas convirtieron en casi intrascendente el gol del honor de Stanis Idumbo.
La valiente, que al mismo tiempo arriesgada, línea adelantada de la defensa culé volvió a ser el motivo de encajar. Eso sí, antes de eso el Sevilla cayó más de una vez en fuera de juego. Es la incógnita de cara a los dos partidos que le esperan al equipo de Flick, aunque parece difícil que el alemán renuncie a lo que le está llevando a ser un rival tan amenazante en campo rival. Para evitar problemas, de bien seguro ayudará una versión de Iñaki Peña como la de ayer, quien se anticipó en más de una ocasión para cortar balones al espacio del rival. Aspecto de juego que hay que reconocerle al alicantino, a pesar de no poder evitar la portería a cero.
En el tramo final del partido, el plano futbolístico quedó a un margen para el momento que Barcelona llevaba esperando. La vuelta de Gavi fue la gran noticia. El gesto de Pedri cediéndole el brazalete de capitán en su regreso al terreno de juego, ¡qué momento! El Lluís Companys entero se puso en pie para recibir a un capitán y a la parte del escudo que tanto se echó en falta la temporada pasada. El de Los Palacios es el corazón del equipo, y aunque se debe tener paciencia, nadie duda del gran salto de calidad que puede aportar. Noche redonda en Montjuïc a las puertas de la semana grande, porque viene el plato fuerte: Bayern y Clásico.