El reciente fichaje azulgrana, Sergiño Dest, goza de la oportunidad de asentarse a título definitivo en las alineaciones de Ronald Koeman. La rotura del recto femoral del muslo derecho de Sergi Roberto dejará al catalán dos meses en el dique seco. Dest es el único lateral derecho natural en la plantilla, y su buen hacer en los cinco partidos de liga disputados lo avalan para consolidarse en banda derecha como titular.

El principal hándicap al que Dest se enfrenta es la presión del Barça en la Liga, donde el equipo marcha duodécimo a 11 puntos del líder, la Real Sociedad. Esto supone el peor inicio liguero de los azulgranas en los últimos 18 años. Tiempos revueltos en Can Barça, que de momento no han amedrentado a un Sergiño que ya brilló con luz propia en el Clásico, amargando la tarde a Vinicius Jr. El estadounidense, de tan solo 20 años, ha brindado rendimiento inmediato a su principal valedor, Ronald Koeman.

Dest dio visos de su proyección en el Clásico | Fuente: Reuters

El compromiso de Champions League frente al Dínamo de Kiev, con la clasificación para los octavos encarrilada, debería servir para que el norteamericano adquiera confianza y soltura en sus cualidades ofensivas. Hasta la fecha, hemos visto a un Dest cohibido en sus incorporaciones en ataque, en gran medida, por la presencia de extremos muy ofensivos y desequilibrantes como Dembelé y Trincao. Precisamente, una de las asignaturas pendientes de Dest es su capacidad de entendimiento con el extremo francés, en ocasiones, anárquico en los aspectos tácticos y de asociación.

Una de las ventajas de Sergi Roberto jugando en el lateral derecho era su capacidad de asociación con los extremos. Al no tratarse de un lateral ofensivo, Roberto no se solapaba con los extremos, que tenían vía libre para lalcanzar línea de fondo. En el caso de Dest, corre el peligro de solaparse con su compañero en banda, puesto que una de sus mayores virtudes es su vocación ofensiva. El estadounidense tendrá que sobreponerse a ese problema que puede generar su convivencia con Dembelé. En el carril contrario, la presencia de Pedri y Coutinho como extremos más combinativos que tienden a jugar por dentro ayuda a que Jordi Alba disfrute de más recorrido en sus subidas.

Sergiño Dest afronta la oportunidad de su vida. El norteamericano decidió apostar por el FC Barcelona cuando el flamante campeón del triplete, el Bayern de Múnich, también pujaba por sus servicios. Las expectativas de esta temporada de transición decaen poco a poco. Las esperanzas del club y la afición pasan por jóvenes promesas como el mismo Dest, Pedri y Ansu Fati – por lo menos, tres meses de baja. El norteamericano tiene libertad para explotar sus dotes ante la ausencia de competencia y llenar, al fin, el vacío que dejó Dani Alves otrora.