Imagina ser una de las grandes promesas del fútbol de tu país, ser seleccionado para la Copa del Mundo, anotar en ella y que el Fútbol Club Barcelona, uno de los gigantes del panorama mundial, se fije en ti y te incorpore a sus filas para luego pasar al más duro anonimato. Bien, pues todo esto le ha pasado a Moussa Wagué en apenas dos años y aquello que parecía un cuento de hadas se ha tornado en una pesadilla.
Esta semana, ante el Leganés y en Butarque, todo puede cambiar. Moussa tendrá una oportunidad, la primera de la temporada.
El lateral senegalés es, como ya he comentado, una de las perlas del fútbol de su país; un jugador potente, con recorrido y con una condición física abrumadora, capaz de sumarse al ataque y cumplir en defensa. Tiene todas las cualidades necesarias para triunfar en el carril derecho culé pero la necedad de Ernesto Valverde con los jugadores del filial y la presencia de Semedo le han relegado a un tercer puesto, por detrás incluso de Sergi Roberto, futbolista al que a comienzo de campaña se le prometió tener cabida única y exclusivamente en la medular, en la sala de máquinas blaugrana.
Moussa Wagué tendrá ante el conjunto pepinero la gran opotunidad de reivindicarse y dejar claro al Txingurri que puede contar con él. La lesión de Semedo en el último encuentro liguero sumada a la acumulación de amonestaciones de Sergi Roberto le han dejado vía libre para que tenga esa ansiada titularidad, dándose entonces una situación un tanto delicada en la defensa blaugrana y es que Júnior Firpo con el mencionado Wagué -dos de los jugadores con menor protagonismo en lo que llevamos de campaña- serán los encargados de cubrir los flancos laterales del conjunto catalán.
El desarrollo de lo que llevamos de competición para el jugador africano está siendo un tanto atípico, más de lo que cabría pensar tras todo lo acontecido la pasada temporada, cuando siendo jugador del filial debutó en la categoría de oro de nuestro fútbol y participó en la dinámica del primer equipo durante todo el año, acumulando a finales del mismo más de un encuentro con los de Valverde. Una vez iniciada la pretemporada se le incorporó a la primera plantilla, como recambio de Semedo y para liberar a Sergi Roberto de las tareas defensivas, algo que hasta ahora no se ha cumplido.
El partido en Butarque se antoja entonces esencial, bien a nivel personal para Moussa como a nivel grupal, y es que el equipo visita un campo del que nada fue capaz de sacar la pasada temporada, cayendo por 2-1 ante un Leganés que no atravesaba precisamente su mejor momento.
Este sábado, si no hay sorpresa alguna, Wagué debutará de manera oficial en la temporada con la elástica culé e intentará demostrar su valía para ocupar el carril derecho hasta, al menos, la vuelta de Nélson Semedo, prevista para mediados de diciembre.