Lejos de su mejor registro goleador, apagado en algunos momentos e intentando reivindicarse en otros, Leo Messi no ha vuelto a ser él mismo desde el parón tras el confinamiento, y mucho menos después de haber pasado por el peor momento de su carrera con el club de su vida. Como un lobo solitario, cabizbajo, aunque hay veces que sonríe e incluso celebra los goles (a pesar de ser pocos) con el puño apretado demostrando sentir rabia y liberación.

Esta semana puede ser clave para la reaparición del argentino. Vuelven los martes de Champions, a pesar de que es oír el nombre de la competición europea y a algunos aficionados culés se nos eriza la piel. A esto hay que añadirle que el sábado se jugará El Clásico, lo que tiene que ser un plus de motivación para todos los jugadores, pero en especial para él. ¿A quién no le gusta ver a Leo driblando a jugadores y marcando al eterno rival?

Leo Messi contra el Celta de Vigo. Fuente: Getty Images
Leo Messi contra el Celta de Vigo. Fuente: Getty Images

Los números no mienten

“Su rendimiento puede ser mejor”, dejó claro Ronald Koeman en la víspera del estreno en Europa ante el Ferencvaros y es que desde que volvieron las competiciones en la era “post-Covid”, Messi solo ha marcado ocho goles en diecisiete partidos oficiales. Unos datos alarmantes al tratarse del mejor jugador del mundo.

Para ver unas estadísticas peores que las que está haciendo ahora Messi, hay que remontarse al año 2005, donde no marcó hasta la jornada 13. Hay que recordar, que en la temporada pasada (19-20), el astro argentino estuvo lesionado y no volvió a los terrenos de juego hasta la jornada 6, perdiéndose por el camino también el primer choque de Champions ante el Borussia Dortmund. Tardó 9 jornadas en marcar su primer tanto y acabó la liga siendo el pichichi de la misma con un total de 25 tantos, una cifra pobre para lo que nos tiene acostumbrados.

Messi ante el Getafe. Fuente: Getty Images
Messi ante el Getafe. Fuente: Getty Images

El Barça necesita a Leo para poder dejar atrás uno de los peores capítulos de la historia del club. Europa no teme al Barça y en La Liga es uno más al que ahora cualquiera puede vencer. El argentino prometió que lo daría todo en el campo al quedarse en el Barça. Sin Suárez a su lado y Jordi Alba lesionado, busca nuevos socios que le ayuden a él también para poder deleitar a la afición culé con su juego que, tratándose de Messi, aparecerá más pronto que tarde.