Cuando las cartas de Samuel Umtiti parecían que estaban sobre la mesa y solamente invitaban a deshacerse de sus servicios durante el próximo mercado de fichajes, el central francés devolvió al barcelonismo un ligero hilo de esperanza. Una esperanza cautelosa y prevenida, sobre todo causada por el historial del defensa que lleva tiempo impidiendo hacer planes consigo mismo a medio-largo plazo. Mientras que los partidos contra Elche y Athletic fueron la cara, el de Granada fue la cruz.

Umtiti irrumpió en 2016 como ningún otro central lo había hecho en Barcelona. Gracias a su gran desempeño no tardó en arrebatarle el puesto de titular a Mascherano y presentarse como el potencial líder de la zaga blaugrana para los próximos años. Pero su efervescencia inicial se vio evaporada antes de lo previsto. Umtiti arriesgó su físico para estar en plenitud de condiciones durante el Mundial de 2018 con su selección, y nunca volvió a ser el mismo. Lesiones constantes, recaídas y niveles bajísimos de forma que hicieron que su estatus descendiese tan rápido como había aumentado previamente durante sus primeros meses en la ciudad condal.

Desde entonces, pocas noticias y ninguna buena. Umtiti destacaba más por sus post de Instagram como modelo que por haber sido futbolista. Y digo haber sido porque su presencia en un terreno de juego era cada vez más testimonial. 14 y 13 partidos respectivamente disputó el central durante sus últimas dos temporadas de Liga. Muy lejos de lo que su nivel inicial presuponía y nos adelantaba.

Umtiti durante el partido ante el Athletic. Fuente: Getty

Esta temporada la situación era incluso más evidente. Ante las bajas en defensa, Koeman prefirió dar continuidad a Ronald Araújo y apostar por Óscar Mingueza por delante de un Umtiti que era una auténtica incógnita. El central francés fue titular por primera vez en la victoria plácida ante el Granada por 0-4, donde consiguió salir indemne. Sin embargo, las dos actuaciones que invitaban al optimismo son las realizadas en los dos últimos partidos de Liga ante Elche y Athletic, donde ha sido titular en ambos.

En la visita al Martínez Valero el central estuvo expeditivo y sobrio en defensa. Ganó 2/3 duelos aéreos, solamente perdió 3 veces la posesión del balón, cometió una única falta, 97% de acierto en el pase y tocó el balón hasta en 113 ocasiones, evidenciando y remarcando el buen desempeño del galo en la salida de balón.

Ante el Athletic su importancia en la salida de balón se vio reducida por el posicionamiento de Frenkie de Jong entre centrales, pero fue clave en la presión tras pérdida para evitar que el conjunto bilbaíno saliese rápido a la contra en pocos toques. Umtiti trató de anticiparse constantemente a los delanteros rojiblancos cuando éstos se proyectaban en ataque y lo hizo casi siempre de forma correcta. Por esa razón, el defensa ganó 3 de 5 en duelos terrestres. Arriesgó, pero estuvo solvente y recordó por momentos a la mejor versión de Big Sam.

Mapa de calor de Umtiti. Fuente: SofaScore

Sin embargo, su actuación durante la épica victoria del equipo ante el Granada en cuartos de final de Copa del Rey fue infame. El Barça estuvo muy cerca de despedirse de la competición copera, y en parte fue por los errores individuales del central francés que pusieron en bandeja al conjunto nazarí el adelantarse por 2-0 en el marcador. El primero vino causado por un error grotesco en la salida de balón, donde Umtiti arriesga más de la cuenta y Kenedy solo tiene que empujar el esférico a la red. El segundo puso en manifiesto las limitaciones físicas que todavía sigue teniendo. Un balón en largo al espacio donde Soldado le gana la espalda a un Umtiti que apenas es capaz de girarse y llegar a dificultar el mano a mano del delantero ante Ter Stegen. Dos errores flagrantes que estuvieron a punto de eliminar al FC Barcelona.

Recuperar para la causa a Samuel Umtiti hubiese sido una gran noticia para el FC Barcelona. Sus actuaciones como titular ante Elche y Athletic invitan al optimismo y recuerdan a su mejor versión, pero otras como la de Granada devuelven a la realidad. Sin Eric García hasta verano, Piqué todavía lesionado y Lenglet lejos de su mejor nivel, volver a contar con una versión aceptable de Umtiti sería positivo para Koeman, y por eso apostó por él. Eso sí, la volatilidad de Umtiti como jugador durante estos últimos años ya nos ha demostrado que no se pueden hacer planes a largo plazo con él.

Umtiti siendo sustituido ante el Granada: Fuente: Getty