La figura de Ousmane Dembélé en el FC Barcelona actual es una de las más importantes de toda la plantilla. En el sistema de juego de Xavi Hernández, los extremos son muy importantes y el francés puede marcar una época. Así lo ha repetido en reiteradas el entrenador culé, afirmando incluso que “puede ser el mejor jugador del mundo en su posición”. Está claro que las llaves del Barça en manos de Dembélé.
Ante la ausencia más que notable de Ansu Fati y tras unas semanas de recuperación, todas las miradas se centran en Dembélé. Desde su vuelta, aún no ha salido de inicio, por falta de ritmo competitivo. Sin embargo, sí que ha tenido minutos saliendo del banquillo y ha mostrado que puede ser muy importante para el Barça.
Sus minutos han sido excelsos, con desbordes magníficos y generando peligro constantemente mediante su verticalidad y anarquía en el juego. Además, parece ser el único jugador disponible capaz de ser diferencial entre todos los jugadores disponibles actualmente. Las llaves del Barça están en manos de Dembélé, al menos así es en la faceta ofensiva -hasta la vuelta de Ansu-.
El equipo, desde la llegada de Xavi, ha mejorado su juego, pero aún persiste un problema grave en ataque: la falta de gol. Ante este problema, el único que intenta cosas nuevas y generar desequilibrio es Ousmane Dembélé. Precisamente esto es lo que convierte al francés en un imprescindible para Xavi de cara a intentar clasificarse para Champions. También para el resto de temporada, por lo que su renovación debería ser prioritaria para el club.
Habrá que ver si el entrenador egarense va a ser capaz de sacar la mejor versión de Dembélé y convertirle como él mismo ha dicho en reiteradas ocasiones en “el mejor jugador del mundo en su posición”. Desde luego, hay una cosa que sí es cierta: el francés tiene potencial de sobras para lograrlo. Su habilidad y técnica, el buen golpeo de balón con ambas piernas y su compromiso y madurez -en comparación a otras temporadas-, así lo demuestran.