Las oficinas del Camp Nou han vivido una de las etapas más convulsas de los últimos años en materia de fichajes. Escasas llegadas y numerosas salidas han tratado de aliviar la situación financiera azulgrana, comprometida desde la crisis de la Covid-19. 97 millones de pérdidas en el último ejercicio económico, más la hecatombe en Champions y el año en blanco son motivos más que suficientes para llevar a cabo una profunda reestructuración de la plantilla. Pesos pesados como Suárez, Rakitic y Vidal han cerrado su exitosa etapa azulgrana abruptamente.

El cambio de aires de Suárez y ‘King’ Arturo ha hecho mella en el vestuario. Ambos son íntimos amigos de Messi y el club considera que ya han cerrado su ciclo como azulgranas. Por ello, el primero emigró a Madrid para recalar en el Atlético a cambio de 6 millones en variables, y un sueldo de 7,5 millones anuales. El ‘pistolero’ marcha por la puerta grande como tercer máximo goleador de la historia del Barça. Por su parte, Vidal fichó por el Inter de Milán tras acordar la rescisión del contrato con el FC Barcelona. Los dos futbolistas aportaban cualidades preciadas y únicas en el equipo: el Barça carece de un ariete con la calidad de Suárez, y tampoco cuenta con ningún centrocampista ‘box to box’ del perfil de Vidal. Sin embargo, su veteranía y la necesidad de rejuvenecer la plantilla tras varios fracasos en Europa hacían obligada su despedida.

El caso de Rakitic es similar, pues a sus 32 años, en su última temporada de contrato y con un papel secundario era el último verano que el Barça podría sacar rédito de su marcha. Como Suárez, Rakitic tuvo un papel capital en la consecución de la Champions de 2015 y de las 4 Ligas obtenidas en sus 6 temporadas de estancia. Por lo tanto, el croata ha vuelto al Sevilla, el club de sus amores, en un traspaso irrisorio por 1,5 millones de euros fijos, y variables que llegan hasta los 9 millones.

Rakitic anotó en su debut con el Sevilla en amistoso | Fuente: Diario Sport

La otra salida sonada, y tal vez la más polémica, es la de Arthur Melo rumbo a la Juventus. El centrocampista brasileño, apodado como el sucesor de Xavi en Can Barça, voló dirección a Turín en una operación dirigida a cuadrar cuentas. La ‘Vecchia Signora’ pagó 72 millones de euros más 10 en posibles variables por sus servicios. En tanto, Pjanic trazó el camino contrario a cambio de 60 ‘kilos’ y 5 en variables. En consecuencia, el beneficio del FC Barcelona por la venta de un jugador de gran proyección a sus 24 años es escaso. Si bien nunca estuvo a la altura de su potencial, Arthur atesora juventud y margen de mejora para convertirse en un volante estelar en Italia.

En un plano secundario, el Barça hizo limpieza de jugadores que nunca han tenido la relevancia suficiente en el primer equipo. Todibo se incorporó al Benfica sin haber llegado a contar para ninguno de los tres técnicos que ha tenido al mando. El zaguero francés jugará para las ‘águilas’ las dos próximas temporadas en calidad de cedido. El conjunto portugués abonó 2 millones de euros al Barça por su cesión, se encargará de la totalidad de la ficha y tendrá una opción de compra por valor de 20 millones, a tenor del comunicado emitido por el club español.

Todibo nunca llegó a convencer vestido de azulgrana | Fuente: FC Barcelona

Por último, la salida de Rafinha y de canteranos sin lugar en la primera plantilla terminó de perfilar el equipo. El brasileño sumaba un año a préstamo en el Celta, a buen nivel, pero mermado por su pesadilla, las lesiones. Una llamada del director deportivo del PSG, Leonardo, la tarde del domingo, propició las negociaciones de una operación destinada a ayudar en el balance de cuentas azulgrana. El mediapunta deja 3 millones de euros en variables más un 35% por una hipotética futura venta de los parisinos. En el caso de los canteranos, Juan Miranda recaló cedido en el Betis por una temporada y sin opción de compra. Del mismo modo, Moussa Wagué emigró al PAOK de Salónica cedido y el club griego afrontará la totalidad de su ficha.